Momentos difíciles
Desde Barcelona. Quería unirme a la plegaria por todas las personas fallecidas y las heridas en el trágico accidente de tren en Santiago y rezo por sus familias y sus amigos para que nunca les falte consuelo. La muerte de un ser querido es un desgarro, es un profundo dolor en el alma.
Uno no comprende cómo el mundo puede seguir girando, y la gente seguir con sus vidas. Ni siquiera comprende su propia existencia. En estos momentos de dolor, lo único que está en nuestras manos es tratar de dar sentido al dolor que se padece. El sufrimiento es el termómetro del amor, ya que nos lanza al mundo de los demás y el amor es el mayor de los tesoros. Como dijo Lewis, “el dolor de ahora es parte de la felicidad de entonces”. Los familiares y amigos de las víctimas son y serán mujeres y hombres de bandera para todos nosotros, en su día a día, sobreponiéndose, buscando el sentido a su dolor tratando de tener paz, serenidad y esperanza. Lo que más me conmueve en estos momentos en que solo oímos hablar de crisis, desahucios, corrupción, egoísmos; es cómo en los momentos difíciles los ciudadanos de a pie arriman el hombro, lo que llamaríamos héroes que quedan en el anonimato, sin esperar nada a cambio, de forma totalmente altruista. Ya sea acompañando, volcándose con los demás, mostrando interés, cuidando, ayudando de forma voluntaria en lo que haga falta, siendo solidarios, donando sangre. En estos momentos de dolor, estas cosas dan que pensar. Estamos con vosotros. Descansen en paz.
BLANCA VELILLA FLORES