Mil gracias

La seño Magdalena, la seño Loli, la seño Pepa y el profe Juan José, son los nombres de los tutores de mis hijos que este año acaban sus respectivos ciclos en el cole. Ellos siempre los recordarán y por ello quiero darles las gracias por su trabajo. En los tiempos que vivimos la educación es una de las profesiones más necesitadas y a veces peor valoradas.

    13 jun 2012 / 14:37 H.

    El trabajo de un buen maestro siempre debe ser valorado y reconocido. Cada día percibo en mi casa los logros de mis hijos gracias al esfuerzo de sus profesores en el aula, lo cual es una tranquilidad, pero, cuidado, que los padres nos tenemos que involucrar directamente en la educación de nuestros hijos, de lo contrario de poco servirá el trabajo de tantos profesores que a diario apuestan por una educación de calidad en conocimientos y valores. Gracias a estos tutores, y al resto de profesores que han intervenido en la educación de mis hijos durante estos años. Gracias por su tesón, su constancia, su paciencia, su exigencia, gracias por vencer obstáculos y dificultades y tener tan claro su trabajo y sus metas. Y lo escribo con el corazón, agradecido por todo lo que mis hijos han logrado, por todo lo que han compartido y por todo lo que han evolucionado. Ahora toca descansar, para en septiembre volver a comenzar, con ilusión y con ganas de trabajar. Este buen trabajo de los profesores te anima, te da esperanza, y, sobre todo, te permite ver más claro lo bonita e importante que es la educación de los hijos. Por todo, mil gracias.
    Miguel Lechuga es auxiliar administrativo