Miguel Villegas, denunciado por llevarse la vara de mando
Un caso, cuando menos, curioso. Un objeto simbólico, el bastón de mando de la entidad local autónoma de Mures, es el centro de una agria polémica. La actual presidenta, Francisca López, “Paquitina” —de Izquierda Unida—, presentó recientemente una denuncia contra su antecesor, Miguel Villegas, porque este se ha quedado la vara de autoridad.
López, que accedió al cargo en junio de 2011, explica que no prestó atención al bastón ni a su paradero hasta que comenzó a examinar la documentación y la contabilidad. Indica que se descubrió un pago de más de quinientos euros con dinero de la entidad para adquirir esta obra de madera con remate dorado. La pasada legislatura se aprobó en el pleno de la junta vecinal mureña un acuerdo unánime —respaldado incluso por el PSOE el partido en el que militó Villegas hasta 2011— para requerirle que devolviera el artículo. Paquitina asegura que incluso se lo pidió personalmente, algo a lo que el expresidente se negó. Por último, hace unos días, presentó la denuncia en el cuartel de la Guardia Civil de Alcalá. “Está claro que el bastón pertenece a la entidad y que es un bien público. Lo único que queremos es que lo entregue. No creo que cuando se decidió la compra del bastón en el acuerdo de la entidad local de Mures pusiera que Miguel Villegas podía llevárselo a su casa”, manifiesta la actual responsable. Francisca López confía en que la denuncia surta efecto.
La versión de Miguel Villegas —quien gobernó una década— es bien distinta. Admite que la vara se sufragó con dinero de la entidad, pero precisa que es un objeto “personalizado”, hasta el punto de que lleva su nombre. Añade que también se adquirieron otros objetos, como por ejemplo llaveros, o una insignia que se le entregó al entonces secretario o un alfiler que se le dio a otra trabajadora. Explica que sería absurdo, como en los demás casos, que a él se le exija. “Es mío y no voy a devolverlo. Me daría vergüenza reclamarlo”, apunta. En su opinión, es un error que Francisca López insista en el asunto y no se dedique a arreglar otros problemas más graves que existen en la aldea.
Los bastones ya dieron lugar a un peculiar incidente en Mures durante pasadas legislaturas. En pleno conflicto entre la entidad y el Ayuntamiento matriz, la entonces alcaldesa, Elena Víboras, acudió a la procesión de San Roque con la vara de la administración a la que representaba, para sorpresa de Miguel Villegas, quien solía presidir estos desfiles estivales.
A la actual denuncia se unen otros encontronazos entre Miguel Villegas y los actuales dirigentes de la entidad, como el motivado por un vallado cerca del pozo que surte a la población. Además, la entidad aprobó un acuerdo para que se investigaran supuestas irregularidades contables en la época del expresidente, que destacó que todo está legal.
López, que accedió al cargo en junio de 2011, explica que no prestó atención al bastón ni a su paradero hasta que comenzó a examinar la documentación y la contabilidad. Indica que se descubrió un pago de más de quinientos euros con dinero de la entidad para adquirir esta obra de madera con remate dorado. La pasada legislatura se aprobó en el pleno de la junta vecinal mureña un acuerdo unánime —respaldado incluso por el PSOE el partido en el que militó Villegas hasta 2011— para requerirle que devolviera el artículo. Paquitina asegura que incluso se lo pidió personalmente, algo a lo que el expresidente se negó. Por último, hace unos días, presentó la denuncia en el cuartel de la Guardia Civil de Alcalá. “Está claro que el bastón pertenece a la entidad y que es un bien público. Lo único que queremos es que lo entregue. No creo que cuando se decidió la compra del bastón en el acuerdo de la entidad local de Mures pusiera que Miguel Villegas podía llevárselo a su casa”, manifiesta la actual responsable. Francisca López confía en que la denuncia surta efecto.
La versión de Miguel Villegas —quien gobernó una década— es bien distinta. Admite que la vara se sufragó con dinero de la entidad, pero precisa que es un objeto “personalizado”, hasta el punto de que lleva su nombre. Añade que también se adquirieron otros objetos, como por ejemplo llaveros, o una insignia que se le entregó al entonces secretario o un alfiler que se le dio a otra trabajadora. Explica que sería absurdo, como en los demás casos, que a él se le exija. “Es mío y no voy a devolverlo. Me daría vergüenza reclamarlo”, apunta. En su opinión, es un error que Francisca López insista en el asunto y no se dedique a arreglar otros problemas más graves que existen en la aldea.
Los bastones ya dieron lugar a un peculiar incidente en Mures durante pasadas legislaturas. En pleno conflicto entre la entidad y el Ayuntamiento matriz, la entonces alcaldesa, Elena Víboras, acudió a la procesión de San Roque con la vara de la administración a la que representaba, para sorpresa de Miguel Villegas, quien solía presidir estos desfiles estivales.
A la actual denuncia se unen otros encontronazos entre Miguel Villegas y los actuales dirigentes de la entidad, como el motivado por un vallado cerca del pozo que surte a la población. Además, la entidad aprobó un acuerdo para que se investigaran supuestas irregularidades contables en la época del expresidente, que destacó que todo está legal.
