"Mi marido no lo hizo"
La vida de Macarena Santiago, una joven jiennense de 29 años, cambió para siempre en la tarde del pasado 8 de enero. Ese día, la Policía detuvo a su esposo, el marroquí Mohamed Rachid Sarhani, acusado de perpetrar siete violentos robos. En uno de ellos, incluso, el ladrón apuñaló a la víctima, que estuvo dos días hospitalizada. La pasada semana, llegó el “mazazo” en forma de condena: 12 años de cárcel:“Mi marido es inocente. Estoy tan segura como que me tengo que morir”, dice con una sorprendente firmeza. A continuación, acaricia un colgante de plata que siempre lleva al cuello con el nombre de Rachid Mohamed.

Macarena y su familia no están dispuestos a quedarse de brazos cruzados ante lo que consideran “una injusticia”. Al respecto, la joven anuncia que emprenderá una campaña de recogida de firmas para defender a Rachid y creará una plataforma en internet con la que pretende dar a conocer su caso. “Creemos que se está cometiendo un gravísimo error”, explica la mujer.
Su esposo fue condenado gracias a una contundente prueba de cargo en su contra: Las siete víctimas de los atracos lo reconocieron como el hombre que las asaltó en plena calle y las amenazó con una navaja para robarles todo lo que llevaran encima.
Ya lo identificaron hace seis meses, cuando ocurrieron los hechos. Sin embargo, en los días previos a la detención de Rachid, ocurrió algo de lo que no se recuerdan precedentes en Jaén: desde la Comisaría ya se había “filtrado” la ficha policial. La fotografía del joven marroquí llegó a los teléfonos móviles de centenares de jiennenses con un texto de aviso: “Este hombre es un atracador que ataca mujeres”, decía, de forma literal, el mensaje. La mujer entiende que el reconocimiento que hicieron las víctimas está “viciado” por esta circunstancia.
Al hilo, Macarena recuerda que, además de los siete robos por los que ha sido condenado su marido, se produjeron otros tres asaltos más en la misma época, cometidos con el mismo “modus operandi” y por un joven de rasgos árabes. “Esas tres víctimas no reconocieron a Rachid y eso no se ha investigado”, sostiene. Al hilo, explica que uno de esos robos ocurrió junto a un cajero. “No se revisaron las cámaras de seguridad para ver quién era el ladrón”. La mujer añade que tampoco se han hecho averiguaciones sobre quién vendió los teléfonos móviles que arrebataron a los perjudicados. En este sentido, apuntan a que fue un joven marroquí: “Se parece muchísimo a Rachid y se marchó de Jaén en febrero”, apuntaMacarena.
La mujer afirma que el juez instructor no permitió realizar ninguna de estas diligencias de investigación: “Dio un cerrojazo a la causa tras la rueda de reconocimiento”, aseguró Javier Pulido, el abogado que defiende al acusado.
Macarena también recuerda las “contradicciones” que hubo en el juicio con respecto a los robos que ocurrieron perpetrados en la mañana del 6 de enero, con apenas media hora de diferencia y en lugares muy separados. Cada una de las víctimas describió al ladrón con una indumentaria diferente: “No es lógico pensar que se iba cambiando de ropa corría de un lado para otro”, sostiene la mujer.
Sin embargo, el argumento que con más solidez defiende Macarena es ella misma. Es la coartada de su marido: “Rachid estaba conmigo”, asegura, una y otra vez. Ya dijo lo mismo en el juicio, lo que hizo que la juez ordenara abrir diligencias contra ella por falso testimonio: “Eso es lo que menos me importa. Estábamos juntos y, por eso, sé que mi marido es inocente y que se está cometiendo un error gravísimo con él”.
Macarena también pone sobre la mesa las circunstancias personales de Rachid: “Gracias a Dios, no le hacía falta robar”, asegura. Desde que se casaron hace tres años, a ninguno le faltó el trabajo. Llevaban una vida ordenada y tranquila, “como cualquier familia normal”, con planes de futuro en común. De hecho, ella estaba embarazada de pocas semanas cuando su marido fue detenido. Un niño que perdió poco después. Las pruebas han demostrado que no ha consumido drogas: “Es que es imposible que lo hiciera”, concluye, con rabia.
La Audiencia Provincial deberá decidir sobre el recurso que, esta misma semana, presentará la defensa del procesado.