Meta del final de la crisis
Desde Las Palmas. Los que, desde el principio, han mantenido su optimismo respecto a que la crisis que empezó a sufrir España se solucionaría, habrán sonreído al ver que en las últimas semanas se han empezado a cumplir sus expectativas, que para muchos parecieron no solo lejanas, sino imposibles.
El esfuerzo realizado, que tan largo se está haciendo, apunta hacia la meta, que deja entrever unas soluciones económicas e incluso financieras. Ahora sí que se empieza a ver mucho más claro que esto va a tener solución. Los optimistas, no tienen por qué ser tontamente ilusos. Reconocen los sacrificios que se han pedido y exigido a toda la nación, y el esfuerzo que ha tenido que hacer el Gobierno para tomar unas medidas impopulares, necesarias, como gran parte de la ciudadanía ha reconocido, que han exigido unos sacrificios por el pésimo resultado de la gestión político-económica anterior y por el despilfarro de las autonomías. Tampoco el pesimismo de algunos les tiene que llevar a hacerse eco de que esto sigue sin solución. La ministra de Empleo declara que “la política económica del Gobierno está sentando las bases para un crecimiento más sano y sostenido”. Todo el mundo sospecha, y así se nos ha anunciado, que quedan medidas por tomar, que van a suponer un esfuerzo quizá no tan sorpresivo, por chocante, pero parecido al que ya se ha hecho para encarrilar la situación. Ha costado dedicación, medidas políticas y tiempo. A partir de ahora para afianzar lo conseguido habrá que mantener el mismo empeño que se ha puesto para obtener resultados prácticos; como la reforma de la Ley Laboral, aumentar la presencia y el prestigio de España en la Unión Europea y en la diplomacia del mundo por las gestiones del Rey y del Gobierno, medidas de apoyo para conseguir recursos para paliar el paro juvenil y para la financiación de las pymes. Con el problema del paro habrá que seguir peleando a brazo partido. Y los dos verbos a tener en cuenta por todos habrán de ser: emprender y trabajar.
Jose Luis Mota Garay