Mestizaje de músicas entre títeres y máscaras

Diana Sánchez/Jaén
La compañía linarense Claroscuro y Zarambeques impacta en la técnica del teatro negro con su obra Yo soy la locura. Un espectáculo en el que las marionetas y la música del siglo XVII español, enlazada con los ritmos que se fusionaron en América, se ofrece a todos los públicos para mostrar un viaje de ida y vuelta.

    03 may 2011 / 10:55 H.

    Inspirado en la aventura que vivió el conquistador español Hernán Cortés, los directores de la compañía linarense Claroscuro y Zarambeques, Julie Vachon y Francisco de Paula Sánchez, pondrán en escena su último montaje Yo soy la locura. Una joya única creada a partir del teatro negro de máscaras y títeres de palo con manipulación directa en la que se cuenta la historia de amor entre el titiritero español Manuel —acompañante del conquistador Hernán Cortés— y Zyanya, una joven azteca. Debido a la imposibilidad de la relación, Manuel escapa de México para salvar su vida y regresar a Europa con  su mujer e hijo. Mientras Zyanya, enamorada del titiritero, pedirá a los dioses aztecas que la transformen en marioneta para permanecer al lado de su amado. La obra podrá verse el 3 de junio en el Teatro Cervantes de Linares.
    Hilada a partir de obras del siglo XVII, con textos de Lope de Vega o Calderón de la Barca, el equipo linarense presenta un mestizaje de músicas en las que, según Francisco de Paula, pretenden trasmitir la existencia de personas que soñaron y vivieron pasiones en el entorno cruel que supuso el choque de culturas. Música presente en todo momento incluso con la participación de la soprano Marta Illescas.