Meses de desesperación
Desesperados. Así viven los familiares de Juan Carrillo, un vecino de Linares, de 52 años y muy conocido en la ciudad por su trayectoria dedicada al comercio ambulante, que el próximo 13 de junio cumplirá un año en paradero desconocido. “Yo quiero encontrar a mi hijo, esté donde esté, con el principal objetivo de darle cristiana sepultura”, afirma su padre, Juan Carrillo, que, al igual que el resto de familiares, reconoce que han perdido ya todas las esperanzas de encontrarlo con vida.
Desesperados. Así viven los familiares de Juan Carrillo, un vecino de Linares, de 52 años y muy conocido en la ciudad por su trayectoria dedicada al comercio ambulante, que el próximo 13 de junio cumplirá un año en paradero desconocido. “Yo quiero encontrar a mi hijo, esté donde esté, con el principal objetivo de darle cristiana sepultura”, afirma su padre, Juan Carrillo, que, al igual que el resto de familiares, reconoce que han perdido ya todas las esperanzas de encontrarlo con vida.

Este es un suceso que, sin duda, ha hecho mella en todos, desde la mujer y la madre, que Carrillo apunta a que se encuentran mal de salud desde que se produjo la desaparición, hasta los hijos “que no tienen ilusión ni aliento” en su día a día, según indica el progenitor. Incluso, el padre asegura que ha perdido varios kilos durante estos casi doce meses debido a esta situación.
El “calvario” comenzó en la madrugada del pasado 13 de junio, cuando dos personas llegaron a la casa de la familia, ubicada en la calle Guillén, para alertarles de que estaba por la carretera La Cadena, de Andújar, según aseguraron en ese momento. Al día siguiente comenzó la búsqueda del linarense que durante todo este tiempo no ha cesado. Aun así, y aunque la desaparición de Juan Carrillo se produjo el 13 de junio de 2013, no fue hasta un día después cuando su familia la denunció ante en la comisaría de la Policía Nacional de Linares y la ciudadanía. De esta forma, pegaron carteles con su fotografía para alertar de lo sucedido y solicitar la colaboración vecinal, en el caso de que alguien pudiera aportar alguna pista o dato de interés sobre lo ocurrido.
De hecho, desde la Policía Nacional anunciaron, en diferentes ocasiones, su intención de continuar haciéndolo hasta que se aclare la desaparición. También se dio traslado de la desaparición a la Interpol, por si Carrillo se encontrara en el extranjero.Además, hay una unidad de la Policía dedicada a la búsqueda de personas que trabaja para averiguar su paradero. Incluso, no se descartó la hipótesis de que se hubiera marchado por su cuenta. Aunque el padre niega de forma tajante que se produjera alguna de estas dos posibilidades. Desde el momento en el que se produjo su desaparición fueron detenidas 7 personas por su presunta relación con este hecho, sobre el que la Policía remitió los correspondientes atestados con información al Juzgado de Instrucción número tres de Linares, encargado del caso. Con posterioridad a esos arrestos, las personas detenidas quedaron en libertad con cargos, si bien cada una de ellas imputada por un presunto delito de detención ilegal.
En este punto, el padre de Carrillo reitera que algunos de ellos “saben más” de lo que contaron en su momento, y anunció su intención de continuar la lucha por esclarecer lo sucedido y llegar hasta donde haga falta. “No pararemos hasta que se haga justicia, que por el momento no la estamos teniendo”, dijo.