Mes negro en accidentes en pleno debate sobre la nueva ley
El mes que hoy termina se cierra con un recuento especialmente dramático en las carreteras jiennenses. Doce personas han perdido la vida en accidentes de tráfico, casi la mitad que en los nueve meses anteriores, en los que se han registrado 35 víctimas mortales en total. La última fue ayer, un camionero que se estrelló en el término municipal de Porcuna. A priori, los datos hay que entenderlos como fruto de la casualidad, ya que los siniestros no guardan relación entre ellos, ni tienen elementos comunes. Sin embargo, hay que aprovechar la coyuntura para hacer una llamada a la seria reflexión, ante un problema social que no termina de cerrarse. El negro octubre coincide, precisamente ahora, con la nueva Ley de Tráfico, aprobada el pasado jueves por el Congreso de los Diputados, que ha reabierto el debate sobre el afán recaudatorio de la normativa, con las polémicas “multas express”. Desde la DGT se rebate este argumento y se subraya que se va a ingresar lo mismo o quizá menos que hasta ahora, aunque sí es cierto que se agiliza el procedimiento sancionador. Los Presupuestos Generales del Estado , con todo, consignan para 2010 una recaudación de 432 millones de euros en concepto de multas de tráfico, un 3,7 por ciento más que en 2009.
A estas alturas parece indiscutible que una buena educación en seguridad vial es primordial para que el conductor respete el código de circulación. Las sanciones está claro que disuaden, en un porcentaje muy alto, porque se toca directamente al bolsillo, además de la retirada de puntos, que se ha revelado como un sistema efectivo a la hora de reducir el número de accidentes. Pero, ante todo, es básico que la sociedad en su conjunto interiorice el respeto a las normas de tráfico como algo elemental, no como una imposición por ley. Y, por supuesto, como la mejor garantía para no perder la vida al volante.
A estas alturas parece indiscutible que una buena educación en seguridad vial es primordial para que el conductor respete el código de circulación. Las sanciones está claro que disuaden, en un porcentaje muy alto, porque se toca directamente al bolsillo, además de la retirada de puntos, que se ha revelado como un sistema efectivo a la hora de reducir el número de accidentes. Pero, ante todo, es básico que la sociedad en su conjunto interiorice el respeto a las normas de tráfico como algo elemental, no como una imposición por ley. Y, por supuesto, como la mejor garantía para no perder la vida al volante.