MERCEDES SÁNCHEZ AGUAYO: "Con tesón y voluntad todo lo podemos hacer más fácil"
Juana Pastor
Desde muy joven sabe lo que es trabajar duro hasta que consiguió abrirse camino en el mundo de la hostelería. No fue fácil el recorrido que tuvo que hacer esta empresaria de apariencia frágil, aunque, según una cliente y amiga, Chari, es una mujer que tiene una gran fuerza interior que la hace destacar; se multiplica en atenciones a sus clientes y siempre está atenta cuidando al máximo todos los pequeños detalles.
Desde muy joven sabe lo que es trabajar duro hasta que consiguió abrirse camino en el mundo de la hostelería. No fue fácil el recorrido que tuvo que hacer esta empresaria de apariencia frágil, aunque, según una cliente y amiga, Chari, es una mujer que tiene una gran fuerza interior que la hace destacar; se multiplica en atenciones a sus clientes y siempre está atenta cuidando al máximo todos los pequeños detalles.
—¿Es natural de Jaén?
—No, nací en Castillo de Locubín y, como la mayoría de las mujeres de mi generación, empecé a trabajar muy joven. Recuerdo con especial cariño mis años de infancia junto a mis padres, José y Lola, y mi hermano José Antonio y, por supuesto, el entorno agradable y la compañía de familiares y amigos. También tienen un especial hueco en mi memoria las tardes primaverales en la huerta de mi padre recogiendo las cerezas, el fruto por excelencia de mi pueblo.
—-¿A qué edad se traslada para vivir en la capital?
—Con sólo quince años, me vine a Jaén buscando otros horizontes laborales. Trabajé en distintos negocios hosteleros y hoy sé valorar aún más lo que me aportaron. Aprendí de todas y cada una de las personas con las que he trabajado hasta decidirme a montar mi propio negocio.
—-¿Dónde está ubicada su cafetería?
—Café de París, mi negocio, está en una zona nueva y moderna de Jaén “Las Fuentezuelas”, en la calle Fuente del Alamillo, 22.
—-¿Por qué ese nombre?
—Para mí, París siempre tuvo un atractivo especial, es una ciudad con la que sueño y soñar siempre es muy bonito.
—-¿Cuenta con buena clientela?
—Por supuesto, en la mayoría de los casos además de clientes son también buenos amigos. Todo un lujo para un empresario.
—¿La clientela es sólo del barrio?
—Para la gente del barrio la cafetería es un punto de encuentro, pero también es cierto que el prestigio que hemos ido adquiriendo con el tiempo ha hecho que nos visiten desde otros puntos de la capital. Para mí es un honor y una alegría recibir y contar con nuevos clientes, ya que esto es señal de que el buen nombre se va divulgando de boca en boca. Esta es casi la mejor publicidad que puede tener cualquier negocio.
—¿Cómo describiría su local?
—Es un lugar de expansión, un salón coqueto y cuidado al máximo donde se reúnen familias y amigos, bien para tomar un buen desayuno, el aperitivo, meriendas, celebraciones de cumpleaños o, sencillamente, para tomar un café acompañado de una tertulia amigable.
—¿Qué pensaba su familia cuando decidió montar su propia empresa?
—Les parecía una locura, pero yo soy una persona tenaz, de fuertes convicciones y lo que me propongo lo suelo llevar a cabo.
—-¿Con qué medios económicos contaba para lanzarse a esta aventura?
—Ciertamente lo consideré como una aventura, pues no tenía ni idea de cuáles serían los resultados que obtendría, ya que corrían tiempos difíciles para las empresas. Me arriesgué con una pequeña finca que heredé de mis padres y los ahorros de los años que anteriormente había trabajado. Tengo la satisfacción de haber hecho algo por mí misma, aunque, eso sí, contando siempre con el apoyo de mi marido, Juan Manuel Cárdenas, y de mis dos hijos, Ana Belén y Julio Alberto.
—-¿A cuántas personas les da empleo usted en su empresa?
— En la actualidad mantengo tres puestos de trabajo, dos camareras y mi propio hijo Julio Alberto, que comparten conmigo su esfuerzo y dedicación cada día.
—-¿Podría hablarnos de sus comienzos?
—Al principio me resultó algo difícil, ya que carecía de experiencia empresarial. Recuerdo que siempre fui muy bien acogida en mis primeros trabajos y con los que entonces fueron mis jefes sigo manteniendo una buena relación de amistad. Además, alguno de ellos fue quien me animó a que tomara la decisión de convertirme en empresaria, algo que no tardéen hacer.
—¿Destaca algún restaurador jiennense?
—Podría citar a algunos, pero me centro en Vicente Barranco, de Casa Vicente, porque lo considero un profesional de reconocido prestigio. Su restaurante es visitado por una selecta clientela que da testimonio de su buen hacer.Creo que es un ejemplo a seguir por quienes llevamos menos tiempo en el mundo de la hostelería. Él y su familia son buenos amigos, además de buenos clientes de mi cafetería.
—¿Qué tiempo dedica a su trabajo?
—Todo el día. Incluso durante las horas de descanso en casa estoy pensando en lo que puedo mejorar al día siguiente, a fin de que mis clientes se encuentren atendidos lo mejor posible. Un empresario no cierra durante las 24 horas del día.
—¿Le ha afectado la tan nombrada crisis a “Café de París”?
—Presumo de una excelente clientela y la verdad es que siempre me han mostrado su fidelidad, por lo que los efectos de la crisis no han sido tan profundos como en otros negocios o empresas. He procurado seguir ofreciendo buenos precios manteniendo la calidad del producto que ofrezco.
—-¿Qué balance puede hacer de estos cuatro años como empresaria?
—La vida nos presenta no pocas dificultades, pero con tesón y buena voluntad todo lo podemos hacer más fácil. Por lo tanto, en este tiempo se han cumplido en gran parte mis objetivos; aunque siempre queda algo por realizar y por lo que seguir luchando.
—¿Cuáles son sus proyectos para este nuevo año?
—Mantener la constante del éxito del negocio y mejorar lo que no pudimos realizar en 2009, debido a las muchas dificultades que hemos tenido por la crisis económica que hemos atravesado.
—¿Más servicio de bar o de cafetería?
—Es mucho más frecuente que los clientes que nos visitan vengan a tomar un buen café con pasteles en tertulia amigable a lo largo de la tarde en torno a los mejores aromas, aunque no por ello la hora del aperitivo deje de ser un buen momento de reunión para degustar buenas tapas.
—¿Qué especialidades destaca en las tapas de su carta?
—Los ibéricos en todas sus variedades: chorizo, lomo y jamón, entre otros. Lo importante para que un negocio funcione bien es ofrecer calidad siempre.
—-¿Desearía que sus hijos continuaran con la empresa?
—Personalmente, es un orgullo pensar que la empresa que tanto trabajo y esfuerzo me ha costado sacar a flote durante estos años quede en manos de mis hijos, aunque esta es una decisión que deben tomar ellos por sí mismos, si lo ven conveniente. Por supuesto que me tendrán a su lado, si así lo deciden, dándoles todo mi apoyo, consejo y ayuda cuando lo necesiten.