Mercedes Arenas: "En esta casa estoy como en una cárcel"

Mercedes Arenas lleva años intentado huir de la ruina, en el sentido más literal de la palabra. Vivía en la calle Isabel la Católica pero tuvo que salir de su casa porque se le venía abajo y mudarse a otra de su difunto padre, en la calle San Francisco, muy cerca de La Mota. Ahora, la situación se le pone muy cuesta arriba. Arenas, de sesenta y un años, padece hasta siete enfermedades —obesidad, osteoartritis, hipertensión, dolencia pulmonar obstructiva crónica, insuficiencia pulmonar, fallo cardíaco y fracaso respiratorio agudo—. Con ese panorama, su movilidad se encuentra muy limitada.
“Aquí estoy como en la cárcel”, dice la mujer, conocida popularmente como “Negreta”, para referirse al inmueble en el que reside. Además de los problemas propios de la antigüedad de la edificación, como las humedades, Mercedes Arenas indica que le resulta prácticamente imposible ducharse y que debe subir a gatas la escalera que lleva a la planta superior. Además, cuando tiene que bajar a la parte baja de Alcalá a hacer cualquier gestión o simplemente a pasear necesita pedir un taxi, ya que es incapaz de soportar las cuestas. La paciente subraya que los únicos ingresos que entran en su unidad familiar —compuesta también por uno de sus hijos y su hermano— son los de su pensión, que no llega a quinientos euros. Añade que la persistencia de esta situación crítica le pasa factura en el ánimo y en sus fuerzas.
Arenas manifiesta que la solución es que las administraciones le ofrezcan una vivienda adaptada para sus necesidades, a ser posible en un lugar llano. Al respecto afirma que ya ha comenzado los trámites ante el Ayuntamiento y que está en lista de espera. La alcalaína reclama una solución cuanto antes. Quiere que la traten como a los residentes en la Casa del Coño, que ya están realojados.

15 may 2015 / 10:57 H.