Mensajes políticos claros para ser más competitivos con el aceite
La nueva Política Agraria Común (PAC) que se esboza estos días de la mano del comisario europeo de Agricultura, Dacian Ciolos, y que será una realidad el próximo otoño, mantiene unas líneas maestras de las que no se moverá y otras que serán negociables y en las que España y, en concreto, Jaén deberán estar atentas a los nuevos escenarios.
Uno de los argumentos básicos de la UE es el de la supresión de los derechos históricos declarados por los productores y que determinan la cuantificación de las ayudas. De igual modo, el empleo y la creación de riqueza serán valores que se tendrán en cuenta. Lo que ha quedado claro, finalmente, es que las ayudas se mantendrán, con grandes cambios, y la espada de Damocles que pendía sobre los productores y que, en parte, ha contribuido a cambiar la foto fija del sector y que este dé relevantes pasos para la concentración de la oferta. Precisamente, una vez asegurado que las ayudas no desaparecerán, es conveniente que los políticos hagan hincapié y exijan los cambios necesario en un sector que no puede entender que nada ha cambiado, porque nada puede ser igual. En este sentido, el segundo Foro del Aceite de Oliva, auspiciado por Diario JAEN, y que tuvo como protagonistas a tres destacados líderes del cooperativismo jiennense dejó claro que son los primeros en señalar las carencias de sus organizaciones y los objetivos a corto plazo que tienen que atender. Los localismos y peleas internas en los municipios entre cooperativas no tienen sentido en un mundo globalizado y la concentración de unas organizaciones que acaparan el 70% de la producción de Jaén debe ser una prioridad y la Administración cuenta con inmejorables mecanismos (como el criterio de ayudas públicas) para “obligar” a las cooperativas a trazar caminos comunes en los lugares donde se enquisten situaciones perjudiciales.