Mengíbar. Estudio de medidas para evitar riadas en El Molino
El delegado de Obras Públicas, Rafael Valdivielso, conoció esta semana las principales deficiencias viarias de la ciudad, desde el enlace desde el nuevo polígono industrial, a la N-323 y a la antigua carretera de El Salado, pero, sobre todo, el estado del puente de la A-6000, en la zona de El Molino.
Nueva etapa de relaciones entre el Ayuntamiento y la Delegación de Obras Públicas. El alcalde, Gil Beltrán, y el concejal de Urbanismo y Servicios, Juan Peña, mostraron a Rafael Valdivielso el “lamentable estado” de algunas carreteras a su paso por Mengíbar. La primera escala fue al acceso desde el nuevo polígono hasta la N-323, por debajo del Restaurante El Puente. Los socavones en la vía pública son evidentes y se agravaron durante los temporales de lluvias y por la falta de intervención durante los últimos años.
Otro lugar que visitaron fue el puente del Guadalbullón de la A6000 —que une Mengíbar con Villargordo— a su paso por el paraje de El Molino, el que da acceso a la zona de la Romería. Los técnicos desplazados estudiaron con los responsables políticos las posibles soluciones para evitar nuevas inundaciones por la avenidas de agua: por ejemplo, la posibilidad de construir un nuevo puente que ataje definitivamente el problema, ya que, tormenta tras tormenta, los vecinos de la zona ven impotentes cómo se inundan sus viviendas, con lo cual pierden gran parte de sus enseres y, además, sus cosechas quedan destrozadas. Valdivielso “se impresionó” al ver los restos de la última inundación, pues aún en las cercanías se encontraban troncos y raíces de árboles grandes que taponaron los ojos del puente.
También se inspeccionó la carretera de El Salado hasta la rotonda de acceso a Geolit, donde se habló de proponer una próxima acción, también prioritaria, con el fin de arreglar el asfalto y de permeabilizar las cunetas.
El alcalde mengibareño y el concejal de Urbanismo criticaron la “falta de interés” y la “nula comunicación” de los anteriores gestores municipales. “Siempre que algún vecino les llevaba la queja echaban balones fuera y se desentendían del asunto”, apuntaron los responsables municipales. El delegado de Obras Públicas se comprometió a trabajar para ofrecer prontas soluciones a estos graves problemas viarios.
Jesús Vicioso / Mengíbar