Mengíbar. Cuatrocientos años del Dulce Nombre de Jesús

Cuatrocientos años después, la cofradía del Niño de las Uvas sigue más viva que nunca. Cientos de mengibareños arroparon a los cofrades en la fiesta eucarística que se celebró en el templo parroquial de San Pedro Apóstol, abarrotado para la ocasión. En el altar, el Niño de las Uvas y el Señor Resucitado presidían la celebración. En todo la emoción era palpable en la iglesia, pero no solo por parte de los hermanos, sino de los numerosísimos fieles que profesan gran cariño a la hermandad mengibareña, presidida por Sebastián Serrano Malpica. El coordinador de los actos conmemorativos, Miguel Jesús Medina Martínez, agradeció a todo el pueblo de Mengíbar su participación durante estos meses en las distintas citas que se han organizado con el objetivo de celebrar el aniversario fundacional.
Terminada la misa, los cofrades prepararon los pasos y, antes de salir a la calle, se aprestaron para retratarse escenificando la actualización de la foto del cartel conmemorativo que ha estado expuesto por todo el pueblo durante estos meses. La imagen data de los primeros años del pasado siglo XX. A pesar de que amenazaba la lluvia con impedirlo, ya en la calle, las dos imágenes de Cristo Sacramentado bendecían el camino hacia su nueva casa de hermandad, ubicada en el número ocho de la calle Córdoba. La inauguración del hogar cofrade fue el colofón de este cumpleaños excepcional.
Durante meses, instituciones y empresas locales, así como numerosos vecinos, hermanos o no, han contribuido a que la casa sea hoy una realidad. Los asistentes, entre los que se incluían representantes del resto de cofradías mengibareñas, pudieron contemplar las nuevas instalaciones. Como colofón, en un solar junto a la Cruz Blanca hubo una convivencia final.
En breve, se presentará la revista que la cofradía ha preparado con numerosos artículos especiales y fotografías históricas.
VISITA. Hoy y mañana, de siete de la tarde a nueve de la noche, los vecinos de Mengíbar pueden visitar la nueva casa de la hermandad, donde, excepcionalmente, se encuentran juntas las dos imágenes titulares, la del Niño de las Uvas y la de Jesús Sacramentado. Asimismo, también se pueden contemplar curiosos enseres típicos del culto de esta antiquísima y querida cofradía mengibareña.