16 jul 2014 / 22:00 H.
Una medida ambiciosa para un problema de calado. La situación del desempleo en Andalucía es un mal crónico de la estructura económica y social de la región ante la que numerosas medidas puestas en marcha solo han maquillado o han reducido las distancias respecto a este indicador de otras comunidades. Planes, programas, subvenciones, tanto de ámbito estatal, regional e, incluso, europeas buscan cambiar esta foto fija de Andalucía. Sin embargo, las cifras son tozudas y, aunque puntualmente se celebren victorias pírricas, la enfermedad es de sobra conocida y a ella se destinan recursos y políticas no siempre con el resultado esperado. Ahora, con el Programa Empleo@30+, dotada con 106 millones de euros, la Junta de Andalucía espera crear hasta 20.000 empleos nuevos. Y, además, lo hará orientado hacia una población que sufre con especial virulencia los rigores de la crisis, los mayores de 30 años. Una partida que se suma a las ya concretadas para empleo joven y otras iniciativas que suman 900 millones de euros. En esta ocasión, las líneas de ayuda buscan la contratación en proyectos de obras y servicios por parte de los ayuntamientos y otra línea para servicios de utilidad colectiva de entidades sin ánimo de lucro. Como otros programas estarán también cofinanciados por la Unión Europea y sumarán, en definitiva, esfuerzos para acabar con un lastre en el que tiene mucho que ver nuestro propio modelo educativo-formativo y los males previos a la crisis, ligados al abandono escolar y el dinero fácil de la construcción. Desde 2007 mucho han cambiado las cosas, aunque persisten modelos educativos desfasados y se confía, otra vez, en modelos productivos “estacionales”.