Me dio por pensar
El mes de julio recoge diversas emociones, las fiestas y tradiciones populares se llevan la palma y una de las fiestas más sonadas en estas fechas son la de los Sanfermines. Pamplona se tiñe de rojo y de blanco para acoger a todos los turistas y aficionados que viajan cada año para la celebración. Una fiesta popular un tanto distinta a mis intereses que no termino de ver ya que no veo ni llegaré a ver normal el hecho de saltar para correr delante de una vaquilla. La verdad es que si no fuese porque todos los años sale en la prensa muerte o heridos tras suceder algún percance, me hubiese atrevido a subir algún año. El caso es que parándome a pensar, descubrí que las fiestas de los pueblos suelen contar con tradiciones que para la gente que no es de allí resultan un tanto raras. Pero eso es la cultura que favorece a esta diversidad geográfica que tenemos en España. Simplemente, tengo que intentar vivir los Sanfermines desde otro punto de vista. Dejando atrás las vaquillas y enfocándolo al turismo y a la cultura de la zona norte y al tirón tan grande que tiene esta fiesta popular tan conocida.
Manuel Espinosa / Jaén
Manuel Espinosa / Jaén