“Me castigaron sin pruebas”
Juan José lleva más de diez meses en el Centro Penitenciario de Jaén. “Estoy hecho una mierda. La rabia y la impotencia me comen día a día”, escribe, desde su celda, en un carta enviada a Diario JAÉN. Este vecino de la capital, de 46 años, fue condenado por dos atracos perpetrados a punta de navaja en sendas panaderías de la capital a mediados del pasado mes de enero. “Soy inocente. Me condenaron sin pruebas”, insiste en la misiva. Y añade: “No me voy a comer algo que no he hecho. Si no me hacen caso, me pondré en huelga de hambre. Tengo que salir de aquí y lo haré en horizontal o en vertical”.
En abril, cuatro meses después de ser detenido, el Juzgado de lo Penal número 1 de Jaén condenó a Juan José a siete años y medio de cárcel por dos delitos de robo con violencia e intimidación. Las víctimas de los dos atracos —las dependientas— lo reconocieron plenamente y sin dudas como el hombre que entró en sus panaderías y les puso un cuchillo en la garganta. Lo identificaron poco después de ser arrestado y, posteriormente, cuando se celebró el juicio. Unos testimonios que su señoría, Valle Elena Gómez, calificó en su resolución como “contundentes y creíbles”.
Sin embargo, Juan José asegura que las dos mujeres incurrieron en varias contradicciones en sus respectivas declaraciones. Recuerda que las cámaras de seguridad del establecimiento grabaron los atracos y que el ladrón siempre llevaba el rostro “totalmente tapado con un trapo negro”. “Es imposible que pudiera verle los ojos como dice”. En la carta remitida a esta Redacción, el reo también afirma que una de las dependientas describe que el atracador le puso el arma en el cuello: “En ningún momento, se ve eso en la grabación. ¿Por qué lo dice?”, se pregunta Juan José.
El preso aclara que, pese a que le requisaron varias prendas de vestir, su ADN no se encontró en los escenarios de los robos: “No hay ninguna prueba contra mí. Soy inocente y voy a luchar por demostrarlo”, insiste.
Juan José no ha tenido una vida fácil. En la carta reconoce que no sido un angelito. Todo lo contrario: “He pagado ya varias condenas por robos que cometió por mi adicción a las drogas. No he tenido un pasado bueno, pero ya he cumplido. A lo hecho pecho. No puedo borrar ni mi pasado ni mis antecedentes y si preguntan por ahí, seguramente, nadie les hable bien de mí”, dice literalmente. Salió de la cárcel el 10 de diciembre de 2014, tras cumplir una condena de tres años por atracar una farmacia: “Ese sí lo cometí. Y lo pagué sin rechistar”, aclara. Apenas disfrutó de 38 días de libertad. El 21 de enero, la Policía Nacional lo detuvo como presunto autor de los atracos a las panaderías.
Al hilo, Juan José asegura que ha remitido diversas cartas a la juez que lo condenó, a la Audiencia Provincial y al Defensor del Pueblo. “Nadie me ha hecho caso”. Y afirma que se decidió a dar el paso de hacer público su caso cuando, ya en prisión, la Policía le imputó un tercer atraco perpetrado también en enero y del que también se declara inocente. “Me quieren meter todos los robos que ocurrieron en ese periodo”, escribe. “Solo digo que cuando salí en libertad estaba decidido a reinsertarme, pero que no me han dejado”, concluye.