Me cago en el amor... político

“Un mundo difícil, de vida intensa, felicidad momentánea y futuro incierto”. Tonino Carotone, analista político de urgencia.

Fuego y agua. La socialista Ángeles Férriz encontró como escudero circunstancial al independiente José Rodríguez para descabalgar de la política al patriarca del PP, Ramón Palacios. Un hito electoral en la ciudad de La Carolina, pero precario dado el equilibrio de fuerzas plenario. El subalterno de largo recorrido ninguneado a derechas e izquierdas tenía, por fin, protagonismo, aunque sin ínsula que gobernar. Una pareja sin confianza, recelosa de su pasado reciente.

    08 oct 2009 / 18:39 H.

    Calibró mal las llamadas al orden la alcaldesa y este concejal necesario e incómodo se dejó embaucar por una jugada de dudoso recorrido. Ingrata política. La traición se pergeñaba sin que se moviera pieza como si fuera una secuencia que, por esperada, se daba por hecha. La movilización contra el Plan Huertas o la polémica por el hospital, con la donación de los terrenos por parte de la familia Orellana -convertida en regalo envenenado por su pésima gestión de cara a la opinión pública-, eran asuntos en los que la oposición tenía dónde golpear, pero prefirieron el KO técnico de una moción de censura. El afán de protagonismo de los muñidores no podía dejar pasar la ocasión y, sin confianza alguna en el compañero de viaje, pasaron por el notario para dar fe de la criatura. No es la primera en la historia de La Carolina, ya en su día Vallejo accedió así a la Alcaldía, y en Santiago Pontones todavía buscan pruebas de felonía política, y es que buena parte de estas democráticas mociones tienen en común la inclusión de personajes de volátil fe política. En tiempos de Corleones, la política tiene precio.   

    ¡Qué “piccola vita”!

     

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