Mayte Jódar Valderrama: 'Nuestros trabajos potencian el patrimonio jiennense'

María José Ortega
En las estanterías de “Entre cañas y barro” reposa el Lagarto de La Malena. A su lado, toda una cultura del Jaén más profundo se exhibe en forma de pequeños olivos de cerámica, nazarenos de barro, pulseras y vasijas. En el taller de la asociación de mujeres ceramistas se cuece el patrimonio cultural de la ciudad. Es la artesanía el vehículo de expresión de estas mujeres para rescatar del olvido un oficio perdido. Mayte Jódar es la presidenta de un colectivo que nació entre “cañas” y que permanece unida por el “barro”.

    18 sep 2011 / 11:31 H.

    — ¿Cuándo y cómo se materializa la afición por la cerámica en un proyecto con nombre propio?
    — Yo trabajaba, desde que tenía unos 18 años, en una tienda de ropa, hasta que un día, al pasar por Bailén, vi un taller que estaba lleno de cacharros y le pregunté al señor que lo llevaba, Paco Arancil, que si me podía enseñar. Así que iba los domingos por la mañana a su taller para aprender, y ahí empecé a soltarme un poco con el torno. Después, en mi casa, adapté una habitación y empecé a practicar sola. Luego continué dando clases en la Universidad Popular con Jesús Casanova como profesor. Allí conocí a Maribel y a la mayoría de las socias que, hoy por hoy, formamos la asociación. Después de tantos años trabajando en la tienda de ropa, la cerré e intenté probar con otra cosa, y fue entonces cuando decidí sacar tiempo para mí y dedicarme a esta actividad. Así, poco a poco, fui conociendo a gente con los mismos intereses y el resultado fue la creación de “Entre cañas y barro”. El nombre nació a raíz de que las amigas nos juntábamos, después de la universidad, entre cañas, y como la afición común era trabajar con el barro, de ahí surgió la idea. Actualmente, estamos entre unas 25 y 30 socias y algún hombre. Lo mejor de reunirnos es que siempre aprendemos las unas de las otras. Yo todavía sigo aprendiendo. La asociación en sí es joven, apenas tiene un año de vida, aunque yo empecé con la cerámica hace unos 13 o 14 años porque siempre me gustó.  
    —Sobre todo hay olivos y muchos lagartos, ¿por qué estos tintes tan jiennenses?
    —Porque el objetivo, a través de nuestros trabajos es potenciar el patrimonio cultural de Jaén. Creemos que somos una provincia muy rica, con muchos recursos y que no se explota todo lo que tenemos. Si, por ejemplo, viene un turista a Jaén no hay nada que ofrecerle, ningún recuerdo típico de la ciudad. No hay nada. Hasta ahora las exposiciones las hemos estado celebrando en el Patronato de Asuntos Sociales, la tercera exposición que hicimos allí la dedicamos al Lagarto de Jaén. Nos gustan las tradiciones, la cultura y la leyenda del Lagarto es un tesoro y como tal no queremos que se pierda. Parece mentira que en la tierra en la que estamos, que es tierra de alfareros, no haya apenas iniciativas de este tipo. A través del arte, de la artesanía, intentamos fomentar el patrimonio de Jaén. Por eso, la mayoría de nuestros artículos son representaciones de cosas típicas de la cultura jiennense, como figuritas del lagarto, nazarenos hechos en cerámica o los olivos. De hecho, tenemos patentados unos olivos desmontables. La idea fue de Maribel, la secretaria de la asociación. Lo presentamos, por primera vez, en una feria de artesanía y en contra de lo previsto, fue todo un éxito, lo mismo ocurrió con los lagartos. Aunque aún nos conoce poca gente.
    —¿Qué ventajas aporta el hecho de reconocerse como asociación?
    —La ventaja está en que existe una mayor organización a la hora de planear cualquier tipo de actividad; por ejemplo, ya hemos participado en exposiciones y en ferias de artesanía. La semana que viene expondremos en la feria sobre el legado andalusí que tendrá lugar en la Plaza de la Constitución, que será una recreación del siglo XI del Reino de Granada. Allí mostraremos nuestros trabajos. Pero, sobre todo, uno de nuestros objetivos fundamentales es potenciar la artesanía para que este oficio tan antiguo no se pierda. Es algo muy gratificante, un modo de expresión. Por otro lado, al establecernos como una asociación, creamos una especie de unión, de fuerza para desarrollar la afición que nos gusta, aunque lo mejor es la convivencia que surge cada vez que nos juntamos. 
    —¿Dónde han estado expuestos los trabajos de “Entre cañas y barro”?
    —Hemos estado en Etnosur, en BluesCazorla, en Torrenueva en una feria de artesanía y en Salobreña. Luego hemos presentado varios trabajos a concurso. Uno fue una dragona en la bienal de la Caja de Jaén y el otro fue el Lagarto de La Malena, sin embargo, no nos seleccionaron ninguno de los dos concursos a pesar de la calidad de lo presentado.
    —¿Qué proyectos se plantea la asociación de mujeres ceramistas de Jaén?
    —Como objetivos a medio plazo tenemos intención de impartir cursos porque hay mucha gente interesada en la artesanía. Sin embargo, nuestra prioridad es que no se pierda el oficio y que en Jaén se incentiven y se apoyen estas iniciativas. Es una pena que no se haga nada, que no se habilite un espacio para todos aquellos artesanos que quieran exponer sus trabajos.
    —Además de los trabajos inspirados en la cultura jiennense, ¿qué más puede encontrarse en el taller?
    —Nos gusta mucho probar, innovar con cosas nuevas, tanto en las técnicas; por ejemplo, trabajamos con vidrio reciclado, machacamos el cristal y lo fundimos sobre la cerámica, como en el tipo de objetos. Creamos desde artículos de bisutería como pulseras, colgantes o pendientes hasta cuadros. Luego, como soy una aficionada a la naturaleza y, en concreto, me entusiasma el mundo de las setas, pertenecemos a la asociación de micología y botánica de Jaén y actualmente somos miembros asociativos de la Confederación Europea de Micología Mediterránea. En relación con esto, teníamos previsto asistir a unas jornadas micológicas que se celebran en Jaca para mostrar algunos de los trabajos que tenemos. Queríamos exponer unos artículos, vinculados a este sector, como, por ejemplo, azulejos con motivos de setas o reproducciones en cerámica de las mismas, que son artículos bastante difíciles de encontrar en el mercado.
    —La asociación está “aprendiendo a caminar” y aún no os conoce mucha gente, ¿cubren los beneficios los gastos de mantenimiento y materiales? 
    —Todos los gastos que tenemos, como, por ejemplo, los materiales, los financiamos nosotras ya que somos una asociación sin ánimo de lucro. Con la ayuda de todas las socias intentamos mantenernos y continuar. Poco a poco, nos estamos dando a conocer a través de la web que tenemos en internet (asociación de mujeres ceramistas de Jaén) y gracias a las distintas ferias en las que estamos participando.