Mayte Expósito, en la Esperanza por el "Amor"

Mayte Expósito, en la Esperanza por el "Amor"
La Cofradía del Perdón lo es también de la Esperanza. Y del Amor. Esta última advocación justifica la pertenencia de Mayte Expósito Jimenez a la hermandad de Cristo Rey, a la que llegó en 2006 gracias, precisamente, al que hoy es su marido, por entonces costalero del Señor de Palma Burgos. Una "pasión" particular poco antes de su boda la llevó a ofrecer una promesa a la Virgen, además de su trabajo. La limpieza en fabricanía y cualquier ayuda necesaria fue su labor inicial en la cofradía.
La Señora escuchó sus ruegos y, con lo pedido, le concedió también el privilegio de servirla como camarera. "Ella me llamó, y le respondo con gratitud", manifiesta Jiménez.
Aprendió el "oficio" de las "antiguas". Doblar los mantos, colocar alfileres en las sayas o el cambio de ropa a la imagen son algunas de sus hermosas tareas, que en estos días previos a la Semana Santa se intensifican. "Antes de vestirla, se reza y, entretanto, se le quitan la toca, el sobremanto o el rostrillo", dice, con orgullo. La indumentaria hebrea es la propia de la Cuaresma para la Esperanza, mientras que para el triduo se la atavía de reina, "más señorial", añade. Y una actividad mucho más laboriosa.
El próximo jueves, la Madre de Dios estará preparada por sus camareras para salir a la calle. Cuando llegue ese día, Mayte Jiménez la acompañará no de mantilla, como tantas veces, sino de nazarena, en el mismo tramo que su marido e hijos. Será una nueva perspectiva para ver el fruto de su envidiable labor y de la de sus compañeras.

