Matanza de Newtown
Desde Girona. No habían pasado ni tres horas desde que se conoció la terrible matanza de Newtown cuando los grandes medios de comunicación estadounidenses daban cuenta de los distintos actos religiosos previstos en la localidad esa tarde.
Esa misma noche, distintos templos, entre ellos la parroquia de Santa Rosa de Lima, que se encuentra cerca de la escuela donde tuvo lugar el brutal asalto que acabó con la vida de 20 niños y seis adultos, abrieron sus puertas para invitar a una vigilia de oración a todos los vecinos. El domingo, el presidente Barack Obama, acudió a Newtown, Connecticut, para participar en un encuentro interreligioso para pedir por las víctimas y sus familias. En medio del dolor, de las preguntas sobre qué lleva a una comunidad como la estadounidense a vivir, otra vez, un episodio como este, la concepción religiosa de un pueblo que valora, ante todo, su libertad, demuestra que la fe es la clave para sobrellevar un sufrimiento que ha dejado al mundo paralizado. Jaume Catalán Díaz