Matanza de animales

Enrique Caro Cruz desde Jaén. Hace unos días vi en los informativos la terrible matanza de delfines, animales que gozan de la simpatía y el cariño de todos. También he visto crías foca, ballenas y quizá alguno más. Nos mueve a todos hacia el rechazo y la compasión. Al hilo de esto, echo de menos un reportaje en cualquier clínica abortista, con fetos a los que se arrancan los miembros o se envenenan con una solución salina y sufren tortura hasta su muerte, mientras los verdugos se lucran con su sangre.

    06 feb 2014 / 16:49 H.

    Es cierto que para muchas mujeres es un problema un embarazo, pero en mi opinión la solución no pasa por la muerte de su hijo. En caso de violación no entiendo por qué no se condena a muerte al auténtico culpable, un personaje generalmente sin conciencia, ni social ni ética, con enormes posibilidades de reincidir. Por supuesto que no estaría de acuerdo con la pena de muerte, pero menos lo estoy con que se mate, previa tortura, a uno de los dos inocentes. Los fetos tienen sistema nervioso y sensibilidad al dolor. No me valen las dudas de si son o no personas, ¿quién puede demostrar que lo es y desde cuando? En el Sur de los antiguos EE UU, los esclavos tenían sólo forma humana, pero no eran auténticas personas, por tanto se podía disponer de ellos, venderlos, separarlos de sus familias, torturarlos o condenarlos a muerte. En la Alemania nazi se empezó con los deficientes mentales y físicos (así los llamaban) y luego se siguió con la raza inferior. Ni se plantearon si eran o no personas, simplemente eran inferiores. No entiendo por qué el progreso tiene que pasar por la muerte de nadie, aunque “sea inferior”. Una auténtica política social positiva debe cuidar de la protección de los más desfavorecidos, madres en serias dificultades y sus hijos que luego pueden ser adoptados. En cuanto a la salud materna, una enfermedad crónica lo es antes y después de un parto, donde los riesgos pueden ser previstos con la medicina actual y el aborto es una intervención agresiva, no exenta de problemas, que no cura nada. No quiero descalificar a nadie con insultos, ni llamarlos fachas, ni bolcheviques, ni nada por el estilo, además estamos en un país libre donde (teóricamente) se pueden manifestar todo tipo de opiniones, aunque no sean políticamente correctas y supongan un riesgo de ser calificadas de extremistas.