Matan a cristianos como a animales
Duras declaraciones las del arzobispo metropolitano de la Iglesia Ortodoxa de Antioquía, Antonio Chedraui Tannous, en la primavera de 2014 a “Aciprensa”, publicadas en la Gaceta.
En ellas denunció: “La Iglesia Ortodoxa aquí vive un martirio interminable, los cristianos son asesinados como si se tratara de animales; los obispos, sacerdotes y creyentes inocentes son secuestrados y masacrados sin tener ellos nada que ver con lo que está pasando. Persecuciones, humillaciones, flagelaciones, destrucción de iglesias, asesinatos, etcétera.” Y lo más cruel es que matan a los cristianos en el nombre de Dios. ¿Y qué tiene que ver esto con la lucha por la democracia o la libertad en Siria? Los criminales, en su mayoría, son extranjeros que vienen de Arabia Saudí, Chechenia, Turquía y otros países; países que intervienen, además, mandando dinero y armas; y a las Naciones Unidas parece que les interesa poco lo que sucede, ni la violación cruel de los derechos humanos de los cristianos de Medio Oriente. Según el prelado ortodoxo, “existe un plan norteamericano y de la Unión Europea de evacuar todo el Medio Oriente de cristianos”. Y quiero ahora hacer una valoración de este masivo exterminio que está sucediendo en nuestro tiempo. Es terrible cómo el dinero y el fanatismo origina estos hechos tremendos que parece que no interesan. Es un holocausto silencioso en donde se ve la persistencia de tantos males en el mundo: Dinero, poder, dominio y, además, que estos hechos deleznables los realizan organismos y entidades mundiales que en vez de defender los derechos de las personas tienden a atacarlos. Ello es muestra de la gravedad del mal. Y es necesario y urgente que las personas de bien actuemos implacablemente, con oración y convicción, para frenar esta oleada de maldad.
Rafael Gutiérrez Amaro / Jaén