Más vida al suelo del olivar

Cuidar el suelo del olivar es tan esencial como mimar la base, la madre de la que nace el árbol de hoja perenne.

07 may 2015 / 10:25 H.

El cultivo pensado a corto plazo y el daño a la fertilidad del suelo despertaron el interés de los investigadores del Centro de Estudios Avanzados en Ciencias de la Tierra de la Universidad de Jaén. Así, Julio Calero, profesor del Departamento de Geología de la UJA, presentó el proyecto “Efectos del tipo de suelo y de las prácticas de manejo en la calidad del suelo del olivar”. Se trata de un estudio integral sobre la calidad de los suelos del olivar en función de su manejo.

El experto explicó que la calidad del suelo se define como la capacidad de un terreno para realizar sus funciones en el ecosistema de forma adecuada y sostenible en el tiempo. “En concreto se ha estudiado la calidad de los suelos del olivar en función de su manejo, como fincas convencionales sometidas a laboreo y herbicidas en comparación con fincas de producción ecológica con cubierta vegetal”, indica el profesor. Asimismo, el análisis incluye otras variantes, ya que, al mismo tiempo confrontó estos cultivos en diferentes tipos de roca sobre el que se desarrolla el suelo y caracterizada por su mineralogía. “En nuestra investigación comparamos la caliza y la granítica”, manifestó Calero, quien matizó que el estudio podría ampliarse hacia otros suelos.

Calidad del suelo y reserva de carbono

Por otra parte, el estudioso puso especial énfasis en la función del suelo como reserva de carbono. “Y es que este es uno de los puntos específicamente recogidos en las Buenas Condiciones Agrarias y Medioambientales de la nueva PAC 2015-2020”, resaltó Calero. En este sentido, el investigador explicó que, para comprender la influencia de estos factores en la calidad del suelo y la reserva de carbono, se analizaron diecisiete parámetros químicos, mineralógicos, físicos y biológicos de la calidad del suelo. “Esto constituye un estudio con pocos precedentes en la bibliografía del olivar, en cuanto a su extensión y profundidad”, aseguró Julio Calero.

En cuanto a los resultados obtenidos, el profesor puso de manifiesto que los suelos con manejo ecológico presentan una mayor capacidad para fijar carbono que los suelos convencionales. No obstante, esta característica positiva se ve condicionada por el tipo de roca madre del suelo. Asimismo, en los suelos calizos predomina la absorción de carbono disuelto sobre las arcillas, mientras que en los no calizos destaca la estabilización de carbono como partículas ocluidas en el interior de los microagregados. El investigador Julio Calero explicó: “Puesto que la estabilidad de ambas reservas del carbono responde a distintos mecanismos, como pueden ser el tipo de arcilla —factor intrínseco del suelo relacionado con la roca madre— o la estabilidad de los microagregados —factor muy relacionado con el manejo—, el proceso de fijación de carbono podría verse fuertemente condicionado por el tipo de suelo de la finca”, manifestó.
De esta forma, Calero subrayó algunas de las conclusiones. “De esto podrían derivarse eventuales protocolos para el manejo de la cubierta vegetal adaptados específicamente al tipo de suelo de la finca, con el objetivo de incrementar la eficacia los procesos de fijación de carbono y mejora de la calidad de los suelos del olivar”, aseguró el investigador de la UJA.