Más Úbeda Laica
Respetado Félix Gil: Después de que usted se dirigiera al señor alcalde de Úbeda diciendo: “Parece como si sus convicciones de feligrés interfiriesen en su esforzada tarea de regidor, la cual a todos nos gustaría reconocer en un ámbito de equidistancia y mesura y no de mojigatería” y acusándole de otras cosas de forma más o menos directa, me sorprende que no admita que le hablen en el mismo tono.
¿Por qué usted sí puede y yo no? ¿Por qué usted no admite el gusto ni la opinión ajena, aunque se trate de cosas tan formidables como las que acaban de celebrar algunos? ¿Le han obligado a usted a participar en algo? Dice usted que “Úbeda Laica ni se alegra ni se disgusta de la llegada de las reliquias de Don Bosco”. Pues perdóneme que le diga que su carta reflejaba un enfado cósmico, que le llevó a acusar (veladamente, eso sí) de mojigatería al señor alcalde. Mojigato es, según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, el “disimulado, que afecta humildad o cobardía para lograr su intento en la ocasión”. Pues no me pareció bien que usted escribiera esa palabra. Y ahora se pica. Pues perdóneme. Lo siento mucho.
Gabriel Fernández desde Úbeda.