Mas no logra ser investido
El Parlamento autonómico de Cataluña rechaza por segunda vez investir en el cargo de presidente de la Generalitat a Artur Mas. La CUP mantiene su negativa a dar sus votos y se opone a su reelección.
El cómputo de los votos fue el mismo que el martes en la primera votación: la candidatura de Mas recibió el apoyo de los 62 diputados de Junts pel Sí y el rechazo de los 73 parlamentarios de la oposición: C’s, PSC, PP, Sí Que Es Pot y la CUP.
El cómputo de los votos fue el mismo que el martes en la primera votación: la candidatura de Mas recibió el apoyo de los 62 diputados de Junts pel Sí y el rechazo de los 73 parlamentarios de la oposición: C’s, PSC, PP, Sí Que Es Pot y la CUP.
Mas intentó una aproximación a la CUP ofreciendo ceder poder en tres vicepresidentes y someterse a una cuestión de confianza en 10 meses. Pero el líder parlamentario de la CUP, Antonio Baños, lo rechaza, aunque precisando que es “un no tranquilo” y se abren a seguir negociando.
El presidente en funciones de la Generalitat ironizó con que hubiera preferido “un sí intranquilo a un no tranquilo”, y apremió a la CUP a encontrar un pacto en los próximos días y no demorar el acuerdo hasta la fecha límite: el 9 de enero de 2016.
“Cada día que pasa es un día en contra del mandato que recibimos en las urnas”, advirtió Mas a Baños, al que también avisó de que Junts pel Sí cede un paso con el ofrecimiento de las tres vicepresidencias y la cuestión de confianza, por lo que ahora espera que la CUP ceda otro.
Baños replicó que “el mandato democrático era la independencia y no un nombre”, insistiendo en que Mas no puede ser presidente, el gran escollo que separa Junts pel Sí de la CUP y que paraliza la investidura.
Mas siguió insistiendo a la CUP. “Celebramos que valoren nuestro movimiento, pero no se pueden mantener una posición inalterable”, razonó. También reprochó al resto de partidos sus acusaciones sobre que podría pactar la presidencia a cualquier precio, porque, si así fuera, habría hecho un discurso que le permitiese pactar con otros grupos como el PP, que se ofreció durante el debate a apoyarle a cambio de renunciar al proceso.
“No queremos elecciones anticipadas”, incidió coincidiendo con Baños, por lo que insto a CUP a hacer movimientos para conseguir las mayorías que permitan desplegar el plan separatista que ambos comparten.
El resto de la oposición criticó los ofrecimientos de Mas a la CUP: Inés Arrimadas (C’s) lo ve como un artificio; Miquel Iceta (PSC) acusa al presidente de querer serlo “a cualquier precio”, y Xavier García Albiol (PP) le afea que deba suplicar a Baños.
Lluís Rabell (Sí Que Es Pot) interpreta que los problemas entre los grupos separatistas evidencian que “en el fondo no hay una realidad social para la desconexión”, y pide recomponer una mayoría para reclamar un referéndum al Gobierno.
Al finalizar el pleno, la presidenta del Parlamento, Carme Forcadell, anunció que próximamente abrirá una nueva ronda de contactos con los grupos parlamentarios para proponer un nuevo candidato a la Presidencia, que podría volver a ser Artur Mas.
burla al Constitucional. Artur Mas, ironizo durante su discurso sobre la decisión del Tribunal Constitucional de suspender la resolución separatista del Parlamento de Cataluña. Recordó que el proceso participativo del 9 de noviembre de 2014 se acabó celebrando pese a la decisión del mismo tribunal: “Ya lo hicieron el 9-N y las urnas se pusieron”.
Aprovechando su intervención en el pleno de investidura, cargó contra la decisión del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de impugnar la resolución, y le acusó de abusar de recursos y de “inmovilismo absoluto respecto a la realidad social catalana”. “El Gobierno español, en vez de hacer política él, hace política a través del Tribunal Constitucional. Abusa. Se utiliza el Tribunal para hacer política y olvida que a quien corresponde hacer política es a los gobiernos y a los parlamentos”, concluyó Mas.