Más mentiras, más votos

El empobrecimiento general de la sociedad se produce no sólo porque la alta tasa de paro posibilita que se abaraten día a día más y más los salarios, y cada vez hay más personal cualificado ocupando mini-jobs por sueldos miserables, y además no tenga más opción que aferrarse a esos trabajos basura, sino porque los parados o los pensionistas ven de manera ostensible descender su nivel adquisitivo, que ya era bajo de por sí.

    17 oct 2013 / 11:03 H.

    Mariano Rajoy dijo por activa y por pasiva que no iba a tocar las pensiones, y el recorte es brutal. Para entendernos, se trata de cambiar la vara de medir, y mientras antes se revalorizaban las pensiones según el IPC, ahora van en función de la economía. Un cambio que en breve no se notará demasiado, pero que en quince años reducirá las pensiones a meros subsidios, teniendo los jubilados que buscarse un trabajillo en B para ir tirando, porque no les dará. A todo esto la población, en nuestras calles y barrios, los trabajadores y las clases medias, estarán tan contentos. Por su parte, empresarios y ejecutivos andarán enfadados por las concesiones. El mundo al revés: cuantas más mentiras, más les votan, y cuanta más basura y corrupción, más la gente mira hacia otro lado, silbando como si tal cosa. La izquierda ha perdido la voz, no posee lenguaje, falta un discurso que dé coherencia a las demandas ciudadanas, y se necesita una esperanza colectiva. No sé si se trata de un líder, pero la utopía siempre estará ahí aguardando a que alguien llegue y nos la haga posible.

    Escritor
    Juan Carlos Abril