Más importantes que nunca: Los estudiantes 'luchan' por tener una beca universitaria

Hasta no hace mucho, estudiar en la Universidad tenía cada vez más facilidades y los estudiantes crecieron históricamente. Nunca hubo en España, en Andalucía y en Jaén tantos diplomados, licenciados o doctorados. Sin embargo, la crudeza instalada en la actual crisis sin fondo le ha dado la vuelta a la tortilla de la formación superior y en el campus la coyuntura económica acaba con una cascada que pasa por los bolsillos de los principales sufragadores, los progenitores que tutorizan en la mayoría de las familias de los alumnos.

    14 mar 2013 / 16:57 H.

    Así que si cada vez hay menos dinero, más paro y menos salidas, la situación se hace más dura, hasta el punto de que la dependencia de ayudas es más vital que nunca. Y es que el tener o no tener una beca puede decantar el comienzo, la continuidad, la conclusión o, por el contrario, una interrupción precipitada que aboque a un final  “sine die”. Una situación indeseable que refleja un ejemplo de cómo están las cosas en el campus. Porque lo que más suena entre los corrillos cuando se pregunta por la necesidad de una beca para estudiar las caras se ponen tristes. Casi todos los “habitantes” del recinto universitario conocen casos de amigos, familiares o conocidos que se han planteado, seriamente y contra su voluntad, el dejar, al menos por un tiempo, las clases. Si no lo han dejado ya por la imposibilidad de seguir adelante.
    El afrontar el pago de las tasas de matrículas en muchas ocasiones no está al alcance de los miles de alumnos de la Universidad de Jaén, en torno a 17.000 en el presente curso, por lo que es, para muchos, un “lujo”. De ahí que en el presente año lectivo haya habido más solicitudes de beca que nunca. En total, 8.126 se han presentado, 158 más que en 2011-2012. Ni siquiera en 2009-2010, cuando la cifra de estudiantes fue mayor —17.440— se registraron tantas peticiones. El curso pasado, con 16.711 alumnos entre los primeros y segundos ciclos, grados y másteres oficiales, prácticamente un tercio —el 31 por ciento— tuvo una beca de Régimen General del Ministerio de Educación. Una cifra notable, aunque un importante “pellizco” de solicitantes se quedó a las puertas de la ayuda pública, un tercio de los aspirantes.
    datos palpables. A estas alturas del curso, todavía quedan pendientes de tramitación 53 de las 8.126 solicitudes y otras 363, enviadas al Ministerio, aún esperan respuesta. A pesar del récord histórico de peticiones, la cifra de becas concedidas —por ahora son 4.547, es decir, el 56%— se va a quedar lejos de las otorgadas el año pasado, cuando hubo un auténtico hito en la evolución estadística: 5.162.
    Lo que denota la información facilitada por la Sección de Ayudas al Estudio del Vicerrectorado de Estudiantes e Inserción Laboral de la UJA es que hay más dependencia de las becas, de que son más los que necesitan una inyección extra y el pago de las matrículas para continuar con sus estudios.
    Por otro lado, siempre hay imprevistos y hasta eso lo tiene contemplado la Universidad de Jaén. Hasta el punto de que el Secretariado de Becas, Ayudas y Atención al Estudiante contempla una contribución especial, titulada oficialmente de Ayuda Social de Tipo Puntual, cuyo fin es facilitar el estudio de aquellos alumnos de la comunidad educativa que hayan sufrido “quebranto económico o desestructuración familiar”. Su concesión conlleva, según consta en la información pública de la UJA, la devolución del total o, por el contrario, parcial de los precios públicos por actividad docente.
    Que estudiar es un sacrificio, no solo personal sino para el bolsillo familiar, es un hecho. Y se nota sobremanera cuando hay menos de donde tirar.
    Jesús Vicioso Hoyo /Jaén
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