Más divertido Eva H
He tratado de seguir el debate del Estado de la nación y tras largo rato he desistido. Escuchar varias horas al peor presidente de la democracia, señor Rajoy, y oírlo reconocer que no había cumplido nada de lo que iba en su programa, con una vanagloria especial a la Reforma Laboral. Que un caradura de este calado se haya subido en los últimos años un 27% el sueldo, me parece una estafa.
No le oí hablar ni una sola palabra del sinvergüenza Bárcenas, el que repartía los sobres y nos saludó tan elegantemente a su vuelta de Canadá. Luego desfile de oradores, generalización de corrupción de alto voltaje, y el tema de las mayorías que da para tapar, ¡todo es mentira! En suma, merienda de negros. Poco, es decir nada, importa al gobierno casado con la banca, el tema de los desahucios. Ya admitió a trámite la proclama de la fiesta de los toros, con un tercio de firmas. Finalmente rectificó y aceptó las referentes a los desahucios, 1.402.613 con la mía, pero si algún día llega a valer para algo, ¿cuántas víctimas habrá costado entre suicidios e inmolaciones? Vergüenza nacional, el ver las cocinas improvisadas en los barrios periféricos para ofrecer un plato de comida. Nos han llevado a los 6 millones de parados, el 26% de pobreza severa, a 12 millones de personas, de ellos 2 millones de niños. Y de momento siguen las marchas antirrecortes, incluso hubo huelga de jueces, manifestaciones de funcionarios, la marea blanca, Iberia, pero parecen estar hibernando. ¿Cómo un país con miles de políticos infectados puede pedir transparencia? Aquí, tras cada político puede haber un presunto delincuente. Maravilloso país donde las flores espían.
Maestro industrial
Nicolás Ortiz