Más de seiscientos autónomos en un año con mejores síntomas
Una cifra sinónimo de esperanza para la economía jiennense: 664 personas estrenaron actividad comercial por cuenta propia en la provincia desde marzo de 2014 hasta el mismo mes del presente ejercicio, según los datos de la Asociación de Trabajadores Autónomos de Andalucía (ATA). Los emprendedores crecen con la ilusión de mantenerse y crear riqueza.

Chelo Gómez Lendínez, propietaria de Casa Granel, abrió su establecimiento a comienzos de noviembre. Lo hizo con el ímpetu propio de quien empieza una aventura. “Siempre me ha gustado la atención al público. Estaba buscando algo así. La alternativa me la ofreció la anterior dueña de la que hoy es mi tienda de alimentación”, cuenta.
Tomó la decisión, el verano pasado, con el apoyo de su marido, Francisco Carpio, y de sus hijos. La historia laboral reciente de Carpio ejemplifica la necesidad de diversificación en un contexto complejo: su empresa de construcción, en pie desde hace una década, ha descendido hasta niveles muy bajos, imposibles de predecir antes de la crisis en España. Ahora concilia casos puntuales con la marca de su esposa. “Sufragamos dos autónomos. Yo tengo el bono que me permite, durante un tiempo, pagar solo cincuenta euros al mes”, manifiesta Gómez Lendínez en alusión a la conocida como “tarifa plana” que aprobó el Gobierno central.
Habla, mientras enseña su renovado establecimiento a Diario JAÉN, de los obstáculos (endémicos) que encuentra cualquier emprendedor: las facturas periódicas del alquiler del local, luz y agua. “Gasto cerca de setecientos euros cada treinta días”, comenta. “Todo lo que ganamos es para reinvertirlo en la tienda”, asegura Francisco Carpio.
balance. El matrimonio está satisfecho con el progreso de su comercio, pues la clientela responde desde finales del año pasado. “Tengo gente de todas las capas sociales. Intento poner precios económicos para que cualquier persona pueda comprar aquí. Por ejemplo, oferto tres ‘baguettes’ de pan al precio de un euro”, dice.
Los primeros meses de actividad dejan una lectura interesante (aplicable, por qué no, a otros casos) a Gómez y Carpio: tratar al cliente a la perfección genera confianza para el futuro. “Estoy muy agradecida a mis amigos y a mi familia. La gente del barrio también nos ha ayudado mucho”, expone la emprendedora.
En lo que respecta a las ganancias del día a día, Gómez cuenta que suma de “poco a poco”: tique de uno, tres y hasta cinco euros. Las cantidades también oscilan en función del tipo de consumidor. Hay productos tanto para, por ejemplo, dueños de pubs, que compran chucherías, como para particulares que buscan artículos más convencionales. “El otro día vino uno que se llevó tres kilos de arroz”, recuerda Gómez Lendínez.
¿Qué consejo puede mandar la dueña de Casa Granel a quienes barajen la idea, tan interesante como arriesgada, de fundar un negocio? “Antes de quedarse sentado en el sofá, siempre es mejor hacer algo. Eso le contesté a una madre cuyo hijo quiere abrir un comercio”, asegura la gerente una de las 644 nuevas “marcas” que han abierto en el último año con un objetivo: persistir.