Más de 30 ejemplos altruistas
Las autoridades municipales cedieron el salón de plenos para celebrar el homenaje anual a los donantes de sangre, un acto promovido por la asociación-hermandad de Jaén en colaboración con el Ayuntamiento. En conjunto hubo diplomas para 33 personas. Dieciséis de ellas han alcanzado la decena de extracciones este año, nueve llegaron a veinticinco, tres a cuarenta y cinco, a cincuenta.
Entre los presentes se encontraban el alcalde, Carlos Hinojosa; el presidente de la asociación, Antonio Marchal; su máximo responsable local, Juan Martín y otras personas que colaboran en las salidas periódicas al municipio.
Entre los presentes se encontraban el alcalde, Carlos Hinojosa; el presidente de la asociación, Antonio Marchal; su máximo responsable local, Juan Martín y otras personas que colaboran en las salidas periódicas al municipio.

Al encuentro asistió la mayor parte de los homenajeados, así como algunos familiares. Los representantes de la hermandad y el alcalde destacaron la labor que realizan quienes entregan su sangre de una manera altruista y los beneficios para el conjunto de la sociedad que se consiguen gracias a las donaciones de sangre, que consiguen salvar numerosas vidas prácticamente cada día. En Alcalá la Real, suele haber tres salidas anuales, en primavera, verano y otoño —concretamente en el mes de noviembre—. En cada una de estas ocasiones, el equipo de profesionales sanitarios acuden varios días con el objetivo de facilitar que el máximo número de interesados acuda para entregar su sangre. El lugar habilitado para estos cometidos es el centro de salud Alcalá Norte, situado en la calle Utrilla. Se trata de sesiones vespertinas. En ocasiones también se recoge plasma en el municipio. Además de la visita al casco urbano, se producen otras como ciertas aldeas, como Mures o La Rábita.
Antes de la extracción hay una exploración en la que se revisan la tensión y otros datos referentes al estado del donante. Los requisitos para ser donante es haber alcanzado la mayoría de edad y tener como máximo 65 años, gozar de buena salud y contar con un peso mínimo de cincuenta kilos. Quedan excluidos quienes sufren algunas enfermedades y hace falta comunicar conductas de riesgo como viajes a países endémicos de paludismo o chagas. Cada persona puede donar cada dos meses, hasta un máximo de cuatro veces al año. Existe un carné en el que se registran los datos, el grupo sanguíneo, el factor Rh y las veces que se han realizado extracciones. En cada sesión, el donante suele recibir un obsequio, así como un tentempié para recuperar energía.