Más de 200 alojamientos para un turismo rural con el mejor escenario
Tranquilidad, paisajes llenos de vida y bien conservados, sin apenas elementos agresivos que rompan su armonía o tachones que empañen su firmeza. Eso es lo que se encuentran aquellas personas que deciden hacer turismo rural en la provincia de Jaén, que ofrece múltiples posibilidades de escoger entre diferentes opciones de actividades y rutas de lo más variado, así como un paisaje rico en diversidad.
Una amplia y variada oferta que se da, por ejemplo, en el caso de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas, de las primeras de Andalucía en ser declarada y estar protegida bajo la figura de parque natural. Se trata de la mayor masa forestal del país, con una biodiversidad sin igual, y pueblos con castillos y callejuelas blancas, e insólitas aldeas en la montaña. Un destino ideal para turistas que llegan no sólo de diferentes puntos del país, sino también de otros como es el caso, este año, de los ingleses, según explica Pacho Olmedo, propietario del alojamiento rural El Cortijo el Nolo. “La oferta del parque es muy amplia, con rutas vírgenes, algunas que incluso no constan pero que yo mismo las recomiendo, y paisajes que bien merecen la pena verlos”, explica.
Desde el pasado 2005 cuenta con el alojamiento reformado. Unas instalaciones con aproximadamente trescientos años de historia, que mantienen el nombre original, según los antiguos de la zona con los que ha hablado, así como la estructura, por lo que en su esencia permanece el encanto de lo rural y de lo antiguo. A ello suma una alberca antigua, de marcado carácter árabe, y unas impresionantes vistas a la naturaleza del emblemático parque. “Todos los que han pasado por aquí se han ido con buen sabor de boca, entre otras cuestiones por lo peculiar”, manifiesta Olmedo. Además, se encuentra en pleno acceso al parque, en la carretera del Tranco, dos kilómetros antes de llegar al conocido como “Charco la pringue”.
Un turismo que está en auge en los últimos años, pero que al igual que ha ocurrido en otros muchos sectores ha sufrido los efectos de la actual coyuntura económica: “Es verdad que se ha notado mucho desde que abrimos hasta ahora, porque antes incluso lo alquilábamos cuando llegaban fiestas como la Nochebuena o Nochevieja. Ahora hay muchos fines de semana que se encuentra cerrado”, explica.
Entre sus reivindicaciones, no solo de Pacho Olmedo, sino de un grupo de compañeros que trabajan el turismo rural, es la mejora en los accesos al parque natural “y la reconversión, cuanto antes, de la actual N-322 en la A-32 para favorecer la llegada del turismo”. Una demanda que mantienen desde hace años, puesto que, apuntan, tan sólo hay en la actualidad un indicador para acceder a la zona de El Tranco “y aunque es verdad que son muchos los esfuerzos que realizan las diferentes administraciones y organismos oficiales para impulsar el parque, en señalización y demás cuestiones, esta es todavía una asignatura pendiente”, manifiestan.
En el caso de El Molino de Abajo, que se encuentra situado en la Sierra Sur, concretamente en la Ribera Baja, en el municipio de Alcalá la Real, su propietario, Roberto López, explica que aunque se ha dejado sentir la crisis, con una bajada en los precios se ha mantenido la ocupación que registraban en años anteriores. “El alojamiento se encuentra ubicado en una pequeña aldea, junto al río Velillos, por lo que lo que se oferta es tranquilidad, además de la posibilidad de practicar desde senderismo o ciclismo a realizar visitas guiadas a pueblos y municipios de las inmediaciones”, asevera. Además, entre sus recomendaciones se encuentra la visita a las bodegas y queserías de la zona.
Entre sus clientes, matiza que en los últimos años se deja sentir la llegada de muchos extranjeros atraídos por la belleza de la zona, y no menos del alojamiento, “uno de los cinco molinos que se encontraban en la aldea, que aprovechando la fuerza del agua, movían las piedras que molían trigo para hacer pan en las tahonas, como eran llamadas las panaderías”. Estuvo en funcionamiento hasta bien pasados los años cincuenta del siglo pasado, y ahora se encuentra totalmente reformada, con cinco casas rurales independientes.
Dos ejemplos de los más de doscientos alojamientos rurales que se pueden encontrar en los parques naturales de la provincia, vinculados a este tipo de turismo, que por lo general comparten características que son fundamentales para el sector: además de contar con ubicaciones sin igual y una historia de años, cuentan con todas las comodidades al tiempo que mantienen la esencia de lo antiguo, lo tradicional. Instalaciones que también ofrecen a las personas que llegan de visita numerosas posibilidades para disfrutar de los rincones más bonitos y tranquilos de la provincia, que incluso en ocasiones no se encuentran ni en las guías.