Más controles para evitar que la Xylella llegue al olivar

La bacteria “asesina” del olivar ya se toma muy en serio. De hecho, los agricultores están muy atentos y exigen que se incrementen los controles para evitar que llegue a España y, a la par, que crezca el presupuesto de investigación para poder atajarla. Asaja Jaén insiste en la necesidad de reforzar la vigilancia y la investigación para evitar que Xylella fastidiosa se propague más allá de la zona localizada actualmente, en la Apulia italiana.

10 jun 2015 / 11:25 H.

Además, hace hincapié en la necesidad de destinar partidas económicas por parte de la UE a esta investigación y a los olivares ya afectados o que puedan ser víctimas en un futuro de la Xylella. Estas son las conclusiones de la organización agraria después de la jornada “La amenaza de las enfermedades en el olivar: Xylella fastidiosa y Verticilium dahliae’” a las que han asistido más de 400 agricultores. Asaja organizó el foro en el Centro de Convenciones de la Provincia, que contó con el patrocinio de la Fundación Caja Rural de Jaén.
El encuentro sirvió para analizar dos de las enfermedades más letales que afectan al olivar, como son el Verticilium dahliae y la Xylella fastidiosa. Fue por medio de las ponencias de dos de los investigadores del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), como son Miguel Montes y Rafael Jiménez Díaz. Este último, además, es el presidente de la Asociación Española de Sanidad Vegetal. Referente a la Xylella, Rafael Jiménez Díaz dejó claro que el CSIC trabaja para su detección y protocolo diagnóstico. El investigador afirma que la Xylella destruye cualquier tipo de árbol y que el peligro reside en la facilidad de propagación, a través de los insectos. “Chupan el xilema del árbol y mantienen la bacteria en su aparato bucal. Son insectos que existían antes de la bacteria y existirán, pero que deben de ser diana y, consecuentemente, reducir su población para mermar la magnitud del efecto de contagio en los casos en que sea necesario”, dijo. Además, avisa de que el agricultor, por ley, debe de denunciar si sospecha de un árbol o explotación afectado. “Es su obligación”. En cuanto al Verticilium —un viejo conocido ya entre los agricultores y para el que aún no hay remedio definitivo—, se explicó el medio de transmisión y cómo evitar posibles contagios del hongo, además de repasar cómo estaba la situación en los años ochenta, cuando comenzó a conocerse la enfermedad, y en qué punto se encuentra ahora, momento en el que, si bien no hay solución global, sí algunos métodos para reducir el impacto de la enfermedad en el árbol y evitar contagios innecesarios a través del suelo o de plantas ya infectadas. Sin duda, son los principales problemas de sanidad vegetal que existen ahora mismo. Si una finca los padece, traerá “de cabeza” a sus propietarios.