Mártires por ser testigos de fe

PLÁCIDO CABRERA IBÁÑEZ desde JAÉN. El día 11 de octubre el Papa Benedicto XVI ha inaugurado el Año de la Fe. Me parece oportuno y conveniente recordar a tantas personas que han muerto por motivos religiosos. Produce estremecimiento leer que, durante el siglo pasado, cuarenta y cinco millones de personas han muerto a causa de su fe. Este es el balance que en Rímini (Italia), ha realizado el cardenal Jean-Louis Tauran, presidente del Consejo pontificio para el diálogo interreligioso.

    19 oct 2012 / 17:04 H.

    'La libertad de religión —explicó— plantea el problema del papel de las religiones en la sociedad. “El hombre es religioso por naturaleza. Es una aberración del laicismo moderno pensar que un humanismo puede prescindir de la espiritualidad. Un mundo sin Dios es un mundo inhumano. El hecho religioso —sea cual sea la forma en que se exprese— forma parte integrante de las expresiones del género humano. En el fondo, todas las religiones ayudan a comprender que los hombres han reconocido a Dios a través de la creación”. La Organización de las Naciones Unidas promulgó en 1948 la Declaración de los derechos humanos, entre estos derechos se encuentra la libertad religiosa. Sin embargo, a pesar de los años transcurridos todavía son muchos los Países de África y Asía, donde la mayoría de la población practica el islam o el hinduismo, en los que los cristianos son discriminados, agredidos, desterrados y asesinados. Por este motivo, es necesario que los cristianos en los países occidentales tengan una actitud más comprometida para defender pacíficamente a los cristianos que viven en esos países de riesgo, para que como cualquier otro habitante puedan vivir en paz, dignidad y libertad; no podemos permanecer pasivos y seguir tolerando que se repita un siglo tan sangriento. Con el objetivo de fortalecer el compromiso político y erradicar esta violencia, manteniendo presente y viva esta defensa, sugiero la promoción a nivel internacional de un día del año, que sirva para recordar a las personas que mueren por motivos religiosos.