Martes Santo pasado por agua
La Cofradía de la Magdalena salió a la calle con todo su esplendor. Una procesión que tuvo el respaldo personal de la alcaldesa de Jaén, Carmen Peñalver, que hizo entrega de su vara de mando y de la viera del Ayuntamiento a María Santísima del Mayor Dolor, y del obispo de Jaén, Ramón del Hoyo, quien dio la levantá del paso del Cristo de la Clemencia. Una vez en la calle, un leve aguacero provocó la desazón en cofrades y costaleros. Las imágenes se cubrieron con plásticos, pero no llegó la sangre al río y se hizo el recorrido.

La hermandad que no llegó a salir ante la inminente amenaza de lluvia fue la del Silencio. Una decisión que, como suele ocurrir en estos casos, hizo que cundieran los llantos de desconsuelo entre sus cofrades en el interior del templo de Cristo Rey.