Marmolejo.-Un pacto muy 'heavy' contra un intocable del PSOE

José Rodríguez Cámara / Marmolejo
Dos maestros treintañeros dan toda una lección a un veterano de la política jiennense, Cristóbal Relaño, alcalde de Marmolejo durante 24 años. El acuerdo entre Bartolomé Soriano, de IU, y Antonio Manuel Herrera, del PP, cambia el gobierno del municipio y deja al hábil político socialista en la oposición.

    21 jun 2011 / 17:24 H.


    “Adiós Bartolo”, “hola Lucho”. Así, con familiaridad, saludan por la calle al alcalde de Marmolejo, Bartolomé Soriano, cabeza de lista de IU, y a su primer teniente, Antonio Manuel Herrera, número 1 del PP. Los dos son conocidos en Marmolejo, maestros y treintañeros. Se les nota que no suelen vestir de traje. El primero trabajaba en Sevilla y el otro en Madrid. Las urnas, el pasado 22-M (3 concejales para IU y 4 para el PP), les dieron la posibilidad de alcanzar un pacto, que deja fuera al PSOE (6) y, con una excedencia, han vuelto a su pueblo para gobernarlo. Los dos se conocen casi desde niños, cuando Bartolo comenzó a colaborar en el programa de música heavy que Lucho locutaba en la radio local.
    Su amistad, de la que hacen gala, se selló en un concierto de Iron Maiden en Dos Hermanas, Sevilla, hace trece años. Serían dos amantes del guitarreo duro del montón si no fuera porque son políticos y, lo más importante, porque, como cuando juegan al baloncesto, se han pasado el balón para encestar en la canasta de su rival político. Le han ganado el partido, en el último segundo, a toda una “estrella” de las alcaldías jiennenses, el carismático socialista Cristóbal Relaño.
    Bartolomé Soriano sabe, a ciencia cierta, que su acuerdo con el PP no ha gustado a la dirección provincial de IU. Le arrebata la vara de mando al PSOE, que es la lista más votada, aunque con mayoría simple. Pero no se arrepiente y está seguro de que sus razones serán entendidas por sus superiores políticos. Para él, la coalición IU-PP acaba con una “situación añeja y con un gobierno de espaldas y sordo a las demandas ciudadanas”. “No le tenemos ganas a Relaño ni queremos poder, solo intentamos que el pueblo vea la deuda tremenda que tiene el Ayuntamiento (que cifran en 7 millones) y que es fruto de una nefasta gestión”, asegura Soriano. Su amigo y lugarteniente, que es cinco años mayor que él, asiente y abunda en que era necesario que en la Administración local entrara “aire fresco”. “Si no hubiéramos pactado con IU nos expulsan del PP”, exagera Herrera, que deja claro que los responsables de su partido sabían “con quién se batían el cobre”.
    Lo mismo que tienen claro que los que están más al tanto de los entresijos de la política local marmolejeña creen que han sido valientes, también saben que muchos no les entenderán. “En frío, es cierto que Marmolejo tiene muchas infraestructuras, eso puede animar a votar a muchas personas al PSOE, que gobierna desde siempre, pero la utilidad de muchos equipamientos es discutible y el pueblo está dejado”, razona Herrera, que se pregunta: “¿Para qué quiere un municipio una piscina cubierta que no es rentable? Y que conste que yo nado todos los días”. Bartolomé Soriano, por su parte, explica: “Marmolejo es de izquierdas y el cambio de gobierno ha sido posible por los votos de castigo a Relaño y Zapatero, pero él (Relaño) no lo ha entendido”. La necesidad de renovar el grupo del PSOE en el Ayuntamiento fue uno de los argumentos de la negociación entre Izquierda Unida y los socialistas. “Pusieron encima de la mesa la dimisión de Cristóbal Relaño, pero nunca lo aseguraron”, desvela. El sí del PP a la pretensión de IU de que su candidato fuera el alcalde para fiscalizar la labor municipal, lo que no hicieron los socialistas, aclara, fue lo que hizo posible el acuerdo entre Izquierda Unida y los populares.