Marmolejo. El quiosco de la discordia
Emilio Jesús Lozano/Marmolejo
Un vendedor de un quiosco de chucherías recoge firmas en contra del concejal de Comercio de Marmolejo porque, como afirma, no lo deja trasladar su puesto, algo que realiza desde hace más de veintiocho años, hasta la calle Severo Ochoa. El problema es que el lugar está justo al lado de un colegio.
Un vendedor de un quiosco de chucherías recoge firmas en contra del concejal de Comercio de Marmolejo porque, como afirma, no lo deja trasladar su puesto, algo que realiza desde hace más de veintiocho años, hasta la calle Severo Ochoa. El problema es que el lugar está justo al lado de un colegio.
José Manuel Ribeiro Loureiro, de cincuenta y cinco años, nacionalidad portuguesa y afincado en el municipio de Marmolejo, es el propietario de un quiosco de chucherías que está enfadado con el Ayuntamiento y, en concreto, con el concejal de Comercio de Marmolejo, Antonio Manuel Herrera. El motivo: asegura que el edil no le deja trasladar su puesto, que durante el verano se encuentra instalado en el Paseo de la Libertad y donde aún permanece, hasta la calle Severo Ochoa, para vender allí cuando llega la temporada invernal.
El problema es que el quiosco realiza ese traslado desde hace más de veintiocho años y nunca ha tenido problemas. El vendedor denuncia que el concejal no permite que se lleve hasta ese lugar, donde se ubica un colegio, por tener amistad con los propietarios de la vivienda que existe junto a la zona, y que utiliza para ello su autoridad política. Sin embargo, Antonio Manuel Herrera declaró a este periódico que no es esa la razón, sino que lo que se pretende es evitar la obesidad infantil, ya que el negocio portátil estaría en la puerta del centro educativo, y le comunicó personalmente, en sus palabras, que elija otro espacio, el que quiera para instalarlo, pero que no sea en la entrada del colegio.
El interesado también recibió un escrito del Ayuntamiento de Marmolejo, fechado el pasado 16 de septiembre, en el que indica: “(La Concejalía de Comercio) no le concede su cambio de ubicación de quiosco portátil al mismo lugar que vienen haciéndolo de costumbre en el barrio de Regiones, frente al colegio”. Le comunica, asimismo, que la ubicación será provisionalmente en la fachada del antiguo consultorio médico, y que tendrá que dejar libre la puerta de acceso al edificio, hasta que se emitan los informes técnicos correspondientes.
Por todo ello, José Manuel Ribeiro comenzó una campaña de recogida de firmas en contra del edil y ya lleva más de quinientas. Defiende que, según el escrito remitido por la Administración local, en la calle Severo Ochoa tiene todos los medios para “funcionar”, ya que está la instalación eléctrica preparada. En cambio, asevera, el lugar que propone la Concejalía no es el adecuado y no está preparado, ya que el coste de la instalación de luz sería muy elevado para continuar con su trabajo y, agrega, el área de Comercio se niega a cubrir los costes.