MARÍA TERESA ANGUITA ESTEPA: "Intento transmitir la cultura de Jaén a través del baile"

—¿Cuál es su formación en el mundo de la danza y de la música?
—Yo empecé con seis años, como alumna de “Lola Torres”. Al principio, tus padres te traen más para tenerte entretenido. Pero, poco a poco, acabas el colegio y le dedicas más tiempo a la asociación. Y, después de adquirir suficientes conocimientos, llega un momento en que pasas a formar parte del grupo de baile oficial. Es lo máximo a lo que puedes aspirar aquí, a formar parte del equipo que representa a su tierra en los distintos eventos en los que “Lola Torres” participa. Mucha gente se va haciendo mayor, crea una vida lejos de Jaén y acaba dejándolo. Así es como se da paso a las nuevas generaciones, como el grupo se va renovando. Mi formación en danza se basa en la que he recibido en esta escuela. Mis profesoras han sido Carmen Molina y Agustina de Dios. Y ahora, como parte del grupo que actúa, la que nos dirige es nuestra directora, Pilar Sicilia.
—¿Y desde cuándo ejerce como profesora en la Asociación Lola Torres?
—Después de bastantes años en el grupo que actúa, se me ofreció la oportunidad de dar clase. Y ahora llevamos la escuela entre Ana Díaz y yo. Ana es mi compañera desde pequeñita, desde que llegamos al colegio con tres años. Y también empezamos a bailar juntas aquí a los seis años, somos casi como hermanas. Este año, también juntas, hemos cumplido la mayoría de edad como maestras de baile. Incluso alumnas nuestras ya han pasado al grupo oficial, una promoción nueva de seis chicas, que ahora nos tratan de tú a tú como compañeras.
—¿Ha recibido premios o reconocimientos por su labor como bailarina?
—Yo, como representante de la danza regional de Jaén, no compito en los festivales en los que “Lola Torres” participa, solo actúo. Esto es un hobby, no hay que olvidarlo. Los que bailamos aquí somos socios y colaboramos sin ningún ánimo lucrativo. Mi premio es, entre comillas, conocer mundo y poder relacionarme con otros grupos de danzas de todo el mundo, adquiriendo así conocimientos de otras culturas. He visto mucho mundo en estos años de andanza en baile. He ido a Jerusalén, Jordania, Italia, Francia, otras regiones españolas… Y ese es, sin duda, mi mejor premio.
—¿Cuenta con muchos seguidores esto del folclore en bailes de Jaén?
—Pues, en un principio, pudiera parecer que no. Pero la verdad es que existen muchos seguidores, no tantos como quisiéramos, que sí que entienden y conocen mucho de estos bailes regionales. Aunque nuestro público suele saber poco de lo que interioriza cuando nos ve actuar. Cuando era más joven, había pueblos que visitábamos en los que el público se componía de cuatro o cinco personas y nuestros familiares. Pero a mí me han enseñado que da igual que solo se actúe para los padres, cuando nos subimos a un escenario hay que darlo todo, puesto que cualquier persona es tan digna como otra de ver un gran espectáculo. Puede que no sea tan gratificante a la hora de los aplausos, que es la recompensa de quien actúa, pero siempre hay que salir dignamente a dar lo mejor de ti. A nuestros alumnos pequeños también intentamos inculcarles eso, que el público merece el máximo respeto y el máximo esfuerzo, pues les transmites conocimiento, en cierto modo.
—¿Cuál es su próxima actuación?
—Este fin de semana actuamos en Galicia, en Pontedeume, junto con otros grupos de danza de Rusia, Sudáfrica y de la ciudad anfitriona. Lo que más nos han exigido, para formar parte del cartel, es que bailemos Jaén, bailes típicos de la provincia. Y es que, cuando viajamos fuera del territorio nacional, lo que más nos piden es que bailemos Andalucía, siempre llama más la atención un volante que un refajo. Sin embargo, en territorio nacional se nos pide mucho más que hagamos demostraciones de la cultura del baile de Jaén, sobre todo del bolero de nuestra tierra, catalogado como uno de los mejores bailes. En este festival de Pontedeume, la verdad es que nos han pedido bailes típicos jiennenses porque, en cierto modo, están enamorados de nuestra danza.
—¿Con qué ha compaginado su labor como profesora en “Lola Torres”?
—Estudié Administración y dirección de empresas en la Universidad de Jaén. Después, me casé y comencé a trabajar como administrativa. En mi último trabajo, con esto de la crisis, trasladaron la central de la empresa a Sevilla. Y hace un año que estoy en paro.
—¿Cómo se llega a amar la danza regional?
—Con años de trabajo y mucha educación en el aprecio a la cultura del espectáculo de nuestra tierra. Me han inculcado que cada baile, cada representación, lleva detrás mucho significado y mucho esfuerzo. Un grupo de personas de esta asociación, con Pilar Sicilia a la cabeza, han tenido que investigar, desplazarse numerosas veces, preguntar a muchísima gente, sacar partitura y dedicar un sinfín de horas a un trabajo que, poco a poco, se unifica y se coordina, para poder llegar a ofrecer auténticas reproducciones de lo que las gentes de Jaén bailaban hace tantos años. En ese sentido, la Asociación “Lola Torres” es cultura, porque no nos inventamos nada, todo lo que sale al escenario lleva detrás un proceso de recogida de información muy grande, todo está perfectamente documentado. Nosotras intentamos explicarle ese tipo de cosas a los niños, para que no solo aprendan bailes nuevos, sino también a respetar este tipo de cultura tan nuestra. Todo, como se dice, por amor al arte.