Marea malva
En torno al Día internacional de las Mujeres, estamos asistiendo a un cúmulo de actos, que ponen sobre la mesa la situación de discriminación que siguen sufriendo las mujeres en todo el mundo y la realidad social tan desequilibrada desde el punto de vista de la igualdad, que aún vivimos en sociedades avanzadas como la española.
El legado de la crisis además no puede ser más letal para las mujeres, porque como recordaba Cándido Méndez, “cuando la crisis entra por la puerta, a la igualdad la sacan a empujones por la ventana”. Por eso en este mes de marcado carácter reivindicativo, es importante recordar que las políticas de austeridad y los recortes tienen un efecto perverso sobre la igualdad, agravando las discriminaciones. La eliminación del estado del bienestar, que devolverá a las mujeres las responsabilidades en exclusiva de la atención y del cuidado; la reforma laboral que nos precariza aún más en el mercado laboral; la ley de tasas judiciales que disuadirá de las denuncias a las víctimas de violencia de género; la anunciada modificación de la ley del aborto, que supondrá una mayor inseguridad y desprotección, son sólo algunas medidas del gobierno de PP, que sin duda van incidir muy negativamente en los derechos de las mujeres y el bienestar de toda la sociedad. Durante los últimos años y en la etapa del gobierno Zapatero, hemos sentido orgullo patriótico, cuando viajábamos a Naciones Unidas, la Unión Europea o cualquier otra institución internacional y éramos felicitados como país, por el gran avance conseguido en materia de derechos y de igualdad. Las leyes han sido importantes, y vinieron después acompañadas de presupuestos, políticas públicas y una concienciación social favorable al cambio. El éxito por ejemplo de nuestras deportistas en las últimas olimpiadas, no es fruto de la casualidad, sino de un potente plan de fomento del deporte femenino y así otros muchos avances conseguidos, como triplicar el número de mujeres en los consejos de administración de las grandes empresas. Nada es casual, sino fruto de una acción decidida a favor de la igualdad. Nuestra sociedad ha comprendido que el mejor modelo social y de convivencia que podemos tener y el que más rentabilidad económica nos puede reportar, es aquel que no discrimina a nadie y cuenta con el talento de toda su población. Es también ese modelo de relaciones basado en la igualdad, el que nos hace gozar de una mayor felicidad. Michelle Obama, recordaba esta semana que “Un país con mujeres libres asegura un mundo más próspero”. Por eso la igualdad y la libertad de mujeres y hombres debería ser un objetivo de país por encima de crisis y recortes, y es urgente poner freno a estos retrocesos.
Isabel Martínez es periodista y exsecretaria general de Política Social