Manuela González: “A las mujeres emprendedoras les recomiendo ser constantes”

Esta pastelera navera recogió, de manos de la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, el Premio Clara Campoamor. El galardón es un reconocimiento a su larga trayectoria como empresaria y trabajadora.

10 mar 2014 / 23:00 H.

 

—¿Cómo se siente con un premio tan importante?
—Cuando lo recogí me sentí nerviosa. Además, lo que hago yo, lo hacen todas las mujeres que trabajan. Levantarse y ponerte a trabajar y tener la constancia y el sacrificio suficientes. No me siento especial por ello, porque lo hacen muchas mujeres. Incluso, crees que no te mereces un premio así.
—¿Cuánto tiempo lleva trabajando?
—Llevo en el negocio toda la vida, ya que, al ser familiar, naces con él. Siempre ayudaba a mi madre, Pascuala Morales. Al volver del colegio, le echaba una mano. Mi madre no era una persona de mandar. Cuando yo regresaba a casa, veía que le tenía que ayudar, ella no me decía nada. Ella siempre ha sido una persona muy trabajadora.
—La crisis ha afectado a muchos sectores, ¿la nota?
—Sí que se nota, ya que, antes, cuando venían los clientes, se llevaban pasteles más grandes y muchos más. Ahora se llevan menos cantidad. Afecta a todo, a las comuniones, a los bautizos y a todas las celebraciones.
—¿A cuántas personas da trabajo la empresa?
—Actualmente tenemos a tres personas trabajando con nosotros. Ha sido el número que hemos tenido durante casi toda la trayectoria de la empresa familiar, tanto en épocas buenas como en malas.
—¿Qué les diría a las mujeres que emprenden un negocio?
—Les aconsejaría que sean muy constantes y que no se desanimen. Es muy difícil que el negocio comience a dar dinero nada más ponerlo en marcha. Siempre hay rachas en las que ves que no llegan los beneficios. Hay que llevar las cosas bien y ser muy optimistas.
—¿Le gustaría que sus hijos continuasen con la empresa?
—Quiero que hagan lo que ellos quieran. Tener un negocio es muy sacrificado e implica tener mucha constancia. Quiero que ellos estén donde ellos se encuentren a gusto. Si no siguen con el negocio, no pasa nada.