MANUEL SERRANO BAENA. "Siempre me gustó la danza oriental y el antiguo Egipto"

MIRIAM LÓPEZ RUIZ
Manuel Serrano Baena conoció la danza oriental de manos de Fátima Bastet, su mujer. Juntos han logrado el sueño de crear el Templo de Bastet, donde se realizan diversas actividades novedosas en la capital. Tenía una noción errónea de la danza oriental y pude comprobar que, en el caso del hombre, como Manolo, podía danzarse sin perder los movimientos masculinos, y respetando la pureza del antiguo Egipto en su danza. Es pura belleza, lo reconozco, ver una danza oriental femenina y masculina unida, como el día que tuve el privilegio de verlo. Un espectáculo al que invito a cualquiera para contemplar y aprender en el Templo de Bastet. Un lujo para la mente, los sentidos, para el organismo, y para la operación bikini, por supuesto, muy recomendable.

    06 may 2012 / 08:48 H.

    —¿Cómo decidió entrar en el mundo de la danza oriental?
    —A mí siempre me ha gustado la danza oriental y todo lo relacionado, especialmente, con la cultura egipcia. Pero, a raíz de iniciar la relación con mi mujer e involucrarme de lleno en su danza —la acompañaba a todas las actuaciones que se celebran aquí y fuera de Jaén y colaboraba en la organización de las actuaciones y de la música, entre otros—, ella me planteó probar un día con algunos movimientos que, creo que se me dan bien. De esta manera, poco a poco empecé a ensayar hasta llegar al nivel de este momento.
    —¿Qué hace un hombre bailando oriental?
    —¿Y porque no? Lo primero que hay que tener para que un hombre haga danza oriental es una mente abierta y sin ningún tipo de prejuicios. Esta danza la puede bailar  tanto el hombre como la mujer. No es un baile para encandilar a los hombres como se piensa erróneamente. Es un arte, es la evolución de una danza que tiene miles de años, una danza que se bailaba hace de cuatro mil años en el antiguo Egipto, en honor de la diosa primigenia Bastet y que se representa bajo la forma de un bellísimo gato doméstico.
    —¿Cómo se presenta ante el público? ¿Tiene algún nombre artístico?
    Mi nombre artístico es “Bashat Al Optra”.
    —¿Qué significa este nombre?
    —Quiere decir “El amado de Bastet”, porque me siento identificado con la diosa Bastet, como amante que soy de los felinos y, en particular de los gatos. Ella cuida de sus gatos y de los humanos, además, y sobre todo, por el nombre artístico de mi mujer que es “Fátima Bastet”, lógico, ¿no?
    —¿Cuánto tiempo lleva bailando?
    —Poco, muy poco tiempo. Alrededor de un año y medio. Es una lástima que haya descubierto esta pasión tan tarde; pero, como se dice popular “nunca es tarde”. Así que ahora lo disfruto muchísimo.
    —¿Qué reacciones encuentra en la gente cuando conocen su afición por la danza?
    —A la gente que no conoce el mundo de la danza oriental le choca un poco. Incluso, algunos piensan que es algo extraño. Pero, no soy el único, pues existen grandes maestros de esta danza en la actualidad que son hombres. De hecho, la mayor parte de ellos son de nacionalidad egipcia como Tito Seiff, Mohamed Al Sayed, Momo Kadous o el Argentino. 
    —¿Qué diferencia hay entre los movimientos de la danza efectuados por un hombre y los de una mujer?
    —Básicamente, son los mismos movimientos, tanto para el hombre como para la mujer, con la diferencia de que en el hombre son movimientos menos sensuales y más masculinos.
    —¿Qué tiempo dedica a la práctica de la danza oriental normalmente?
    —La verdad es que demasiado poco, menos de lo que a mí me gustaría. Práctico una hora diaria lo que son las técnicas y movimientos básicos de la danza, más otra hora y media de gimnasio con el objetivo de estar en una buena forma física y resistencia. Y es que hay que tener en cuenta que uno ya tiene una edad y eso se nota.
    —¿Qué estilos son los más adecuados para un hombre, en la danza oriental?
    —Hay gran variedad, aunque, en realidad, cualquier estilo dentro del folclore oriental, como puede ser el saabi (es como un saidi pero más alegre y enérgico que se baila con bastón libanés), la danza con sable y Giro Derviche, entre otros. Pero a mí me gusta bailar saidi, especialmente; que es una danza del folclore egipcio y que se realiza con bastón de caña, o doble bastón e, incluso, con tres bastones a la vez.
    —¿Ha actuado en un escenario, alguna vez?
    —Mi aparición como “Bashap Al Optra” en una pequeña colaboración con el Ballet de Fátima Bastet, fue el 21 de mayo del año pasado, en el Teatro Municipal de Torredonjimeno. La verdad es que fue una experiencia bastante buena, sobre todo, por el poco tiempo que llevaba practicando.
    —¿Dónde practica la danza?
    —La danza la practico en la Sede de la Asociación Cultural “El Templo de Bastet”, que se encuentra en Fuente del Alamillo, local número 6, en el barrio de Las Fuentezuelas.
    —¿Y qué es El Templo de Bastet?
    —Como ya he dicho anteriormente se trata de la sede la asociación cultural que tiene el mismo nombre. Es una asociación sin ánimo de lucro y en la que practicamos la danza oriental. Todo ello con la principal intención de organizar festivales y actividades de tipo benéfico, para recaudar fondos para entidades del mismo tipo. En estos momentos, estamos organizando un festival benéfico con la participación de maestras internacionales que colaboran al igual que nosotros de manera totalmente altruista.
    —¿Qué otras actividades se realizan el  Templo de Bastet?
    —Además de difundir la cultura egipcia de los tiempos remotos en los que se bailaba en honor de la diosa Bastet, mediante proyecciones y charlas, practicamos otras disciplinas de danza como tribal fusión y bollywood, entre otras. También realizamos pequeñas sesiones de cosquillas antiestrés. Todo esto con la intención de poder sufragar los gastos del alquiler del local de la sede.
    —¿En que consisten las sesiones relajantes con cosquillas?
    —Son pequeñas sesiones de cosquillas, que no son para reírse, sirven para liberar el estrés diario que vamos acumulando y que se hacen en distintas partes del cuerpo, ya sea espalda, piernas, brazos o cabeza. Se hacen con las manos, con plumas y con utensilios especiales antiestrés. Es como decimos nosotros, las cosquillas que nos gustaría que nos hiciera nuestra pareja, nuestro novio o novia.
    —¿Cómo reaccionan sus compañeras de baile, con usted, en los ensayos?
    —Muy bien, están encantadas. Les gusta que yo baile y ensaye con ellas.
    —¿Tiene en mente nuevos proyectos?
    —Como dije anteriormente, estamos preparando un festival benéfico para recaudar fondos para una asociación de tipo asistencial. Además, nunca dejamos de ofrecer nuestro arte en residencias de personas mayores, centros de día de mayores, colegios en fiestas de la semana cultural, fin de curso, entre otros foros.