Manuel Bohórquez: “La taranta no se comercializa”

—¿Qué le parece que lo hayan elegido pregonero del Concurso Nacional de Tarantas?
—La verdad es que estoy sorprendido. Sé que ha sido a través de José Ramón Checa, que hizo la propuesta porque hace 15 o 20 años que no vengo. Acepté y estoy encantado. Nunca había dado un pregón de ningún festival de la categoría del de Linares y es todo un reto venir a hablar de la ciudad sin ser de ella.

13 ago 2014 / 22:00 H.

 

—¿Qué puede adelantar del pregón?
—No tendrá mucho que ver con los tradicionales. Voy a hacer una serie de propuestas y a hablar un poquito del flamenco, en general. Estoy contento e ilusionado y espero que guste.

—¿Qué opinión le merece el Concurso de Tarantas?
—Es uno de los más importantes, junto con el de Córdoba, el de las Minas de La Unión y el de Mairena. Es un certamen puntero. Quizás se ha dejado comer un poquito el terreno, porque ahí tenemos, por ejemplo, el lugar que ocupa el Festival de las Minas, donde el márketing lo trabajan estupendamente. Linares tiene la oportunidad de darle un empujón al concurso y convertirlo en la gran referencia. Lo ha sido de algún modo siempre en los cantes de levante, pero creo que se han dejado comer un poquito el terreno y la verdadera cuna de esos cantes está aquí.

—¿Cuáles son los palos del flamenco que más le gustan?
—Yo soy un enamorado de los fandangos y de los cantes mineros. Y la taranta de Linares es una de las que más me gusta, porque, además, es muy difícil. Quizás uno de los problemas que tiene la taranta de Linares es que no se comercializa mucho por eso mismo. Tiene un aire muy distinto, que me gusta muchísimo. Y todos los grandes taranteros de la historia, desde Escacena, hata Marchena, El cojo de Málaga... casi todos bebieron en esta tierra. Porque no es solo la taranta de Linares; aquí había algo más. Era uno de los núcleos importantes de artistas y de cante. No entiendo cómo la Flamencología oficial patria no le ha dado tanta importancia a Linares y sí a otros lugares por el hecho de estar entre Sevilla y Cádiz. Linares no se ha inventado la historia flamenca, es que la tiene.

—¿Hay algún artista de Linares por el que tenga más predilección?
—Para mí, Gabriel Moreno. Lo conozco personalmente y me parece un artista que ha sido tratado injustamente, ya que es gitano y cantaba un poquito “amarchenao” y le gustaba Valderrama. Pero, a mí, me parece un artista con muchísima personalidad, de los que mejor ha recordado la escuela de los pavones y el cante de Tomás y de Pastora. Un gran tarantero y de una familia cantaora, ya que su madre era “La Carlotica”. Y después, yo siempre he sido un gran admirador de Carmen Linares, que para mí ha sido siempre un referente. Pero el que de verdad me gusta es José Heredia, “Joselete”. De hecho, lo he escuchado mucho en reunión y, desde luego, es el más flamenco de todos.