Herrero, quince años de entrega con adiós amargo
Tranquilo, pero solo de apariencia, porque su voz denotaba la emoción del momento, Manolo Herrero cerró el ciclo más importante de su vida. Jugador y entrenador. Lo ha sido todo. Quince años entregado a la entidad se fundieron en una triste despedida por ese poso de amargura que deja el descenso. Herrero se marcha. Su adiós tuvo la tristeza del fracaso, pero ese duro golpe no empaña su buena labor ni oculta el primer play off, el título de Liga o el ascenso. Pero no vale el recuerdo cuando el dolor está tan reciente.

Y ese dolor se dejó patente en sus manifestaciones. “Hace tiempo tomé la decisión de cambiar de aires, al margen del resultado de la temporada. Me voy muy triste, porque ha sido una desilusión muy grande haber descendido en el último partido. Nadie se lo merecía. El fútbol ha sido cruel con nosotros y los últimos diez minutos emborronan todo lo que se ha hecho durante la Liga. Lo siento mucho por todo el mundo”. Fueron sus primeras palabras, en un tono pausado, pero con una voz agitada por momentos.
Tras intervenir Rafael Teruel y decir que Manolo Herrero no merecía este final, el entrenador dejó claro que se marcha sin tener ningún destino. “No tengo nada”, dijo. Y añadió con ironía: “Aunque algunos me han colocado en el Córdoba durante la temporada. Y eso me duele. Es una de las cosas por las que me voy. Ha habido gente que no ha tenido un comportamiento correcto. Parecía que lo importante era dónde iba a entrenar el año que viene o si me llevaba bien o mal con uno y con otro”. Herrero admitió que al comienzo de la Liga Aybar le propuso renovar por dos años, pero entendió que no era el momento. “En la segunda vuelta empecé a ver cosas que no me hacían mucha gracia y que me hacían sentirme incómodo. Fue cuando tomé la decisión de marcharme. No ha sido fácil porque llevo quince años aquí. Quiero muchísimo al club. Pero creo que es lo mejor para el Real Jaén y para mí”, explicó. “Me hubiera gustado haberme ido con la permanencia conseguida, pero no ha podido ser. Siempre llevaré eso encima. Los diez minutos finales fueron terribles. Hasta ese momento me voy muy contento”, agregó.
Herrero desveló que el vestuario del Real Jaén ha sido como el de cualquier equipo de fútbol. “Que ha habido puntos de vista distintos, por supuesto. Pero siempre ha existido un respeto mutuo”, dijo. Preguntado por su relación con Aybar fue contundente. “Tengo una relación fenomenal y le estoy muy agradecido. Y para nada me llevo mal con él. Y lo mismo me pasa con el presidente. Siempre he tenido una relación muy buena”, subrayó. Su último mensaje fue para la afición, a la que pidió que estuviera cerca del equipo, “porque es el principal patrimonio del club”, concluyó. Fue acabar su intervención y recibir el aplauso de todos los presentes. Se marchó entre el reconocimiento generalizado y con un mensaje final: no descarta volver algún día.