Mancha Real. Festividad en honor del santo

Juan José Hervás / Mancha Real
Las calles de Mancha Real se llenaron este fin de semana para homenajear al patrón de los conductores, san Cristóbal, en su XIX edición. La ermita san Marcos fue el lugar donde se hicieron las ofrendas al santo, escogida por su accesibilidad. Los vehículos estacionaron como en celebraciones anteriores en el ferial.

    12 jul 2011 / 10:11 H.

    Mancha Real se volvió a vestir de gala este pasado fin de semana, lleno de vehículos de todo tipo en su tradicional fiesta en honor de san Cristóbal, patrón de los conductores. Es la decimonovena vez en que se celebra el particular homenaje a san Cristóbal por parte de los mancharrealeños  en las calles del municipio.
    La ermita de san Marcos, situada en “La Planeta”, no cesó de recibir nuevos camiones, que llegaron a la concentración desde las diez de la mañana del sábado 9, a la espera de que diese comienzo el inicio del pasacalles. El ensordecedor ruido de las bocinas inundó las calles del municipio  con la espectacular marcha de alrededor de cincuenta vehículos, presidida por los directivos del Grupo Parroquial. Centenares de vecinos se asomaron a las esquinas para ver el espectacular paseo de engalanadas cabezas tractoras preparadas para la ocasión. Las flores se acumularon al paso de los conductores por la calle Juan Castillo, que hacían sus ofrendas a la imagen de san Cristóbal, situada en un pequeño altar de la ermita, escogido por su facilidad en cuanto a su acceso.
    El ferial fue el lugar elegido, un año más, para el estacionamiento de los conductores de los  vehículos, que llegaban  poco a poco para disfrutar de una cerveza o refrigerio en la improvisada carpa montada en el recinto. A las ocho de la tarde tuvo lugar una misa y, a continuación, el santo procesionó por las calles de Mancha Real, ante los fieles que siguieron la comitiva hasta el ferial, lugar en el que se produjo la tradicional bendición. La imagen, portada hasta entonces por los conductores, cambió a manos de las mujeres que llevaron a san Cristóbal  por todo el recinto, bajo los focos de las cabezas tractoras, que encendieron  todas las luces para ver pasar a su patrón.
    Los fuegos artificiales y las bocinas sonaban a la vez que gritaban: “¡Viva san Cristóbal!” Posteriormente, el destino era la iglesia de san Juan Evangelista,  donde se encerró cerca de las once de la noche.
    La jornada terminó con una cena de hermandad en los salones “La Zambra”, lugar en el que,  además, se entregaron las placas conmemorativas y los trofeos del concurso de vehículos decorados, celebrado durante la jornada festiva, prolongando la celebración hasta altas horas de la madrugada. Los premios en la modalidad de vehículos quedaron repartidos de la siguiente forma: Domingo Puche se hizo con el tercer puesto, Ildefonso Cubillo obtuvo el segundo galardón y el primer premio lo consiguió María Ruiz. Por su parte, en la modalidad de camiones, Manuel Guerrero obtuvo el cuarto puesto, María del Carmen y Juan Francisco Cubillo  el tercer lugar,  Juan De Dios Ruiz se hizo con el segundo y el primer premio fue para Francisco Alberto Ruiz.
    El pasado domingo comenzó a despejarse el ferial con la bajada del patrón a su ermita, ya que muchos de los conductores tenían que prepararse para volver al trabajo al día siguiente, poniendo término así a esta celebración tan destacada, que cuenta con un gran número de trabajadores del gremio al tener un amplio sector de empresas dedicadas a la industria maderera.