Malos humos por la ley del tabaco

Silvia Ruiz Díaz /Jaén
Pedir una cerveza fresca o un tinto con casera, degustar una buena tapa y, después, encender un cigarrillo mientras que se charla con el grupo de amigos de la vida cotidiana, el trabajo, las anécdotas o el tiempo pasará, en tan sólo dos meses, a la historia.

    02 nov 2010 / 10:44 H.

    El cartel “en este establecimiento se permite fumar” se retirará, a partir del 2 de enero de 2011, de los locales de hostelería y los ceniceros se tendrán que tirar a la basura. La nueva ley del tabaco, o “antitabaco” como es conocida, prohibirá echar un “pitillo” en todos los espacios cerrados, salvo que se monten lo que se denomina “clubes privados” para tal efecto.  La normativa, que es valorada por los no fumadores y repudiada por los que consumen, trae la polémica a un sector que dice estar gravemente perjudicado por los efectos de la crisis, sobre todo, a la hora de hacer caja.
    A estos “malos humos” por la ley del tabaco se unió la Asociación de Restaurantes, Cafeterías y Bares de la provincia de Jaén, que preside Gabriel Archilla del Valle. “No es una ley que vaya a favorecer a la hostelería y, menos, en la situación que atravesamos. Creemos que vamos a perder clientes, pero todavía no tenemos claro el número. Consideramos que puede rondar en torno al ocho o diez por ciento”, explica. De hecho, el colectivo realizó, la pasada semana, una encuesta, y la respuesta, en sus palabras, fue clara. “Decían incluso que si no los dejaban fumar dentro de un local, no entraban”, señala. Eso sí, Archilla espera que “cuando no quede más remedio”, finalmente, cedan.
    Los propietarios de bares y restaurantes también consideran que el consumo bajará notablemente, y no sólo porque dejen de acceder o no a un establecimiento. “Los que quieran fumar, saldrán a la calle. Cuando están fuera, no consumen y, por lo tanto, no vendemos”, expresa. Asimismo, los hosteleros se tendrán que convertir, dice, en “los guardianes” o “policías” ya que, si un cliente se empeña en fumar, lo hace sin consentimiento y los agentes “lo pillan”, finalmente será el empresario el que pague con las consecuencias. Asimismo, Archilla confirma que la opinión general es que el primer trimestre de 2011 será el peor, y habrá que esperar, después, para analizar los efectos que produce dejar de respirar humo en los locales jiennenses.
    la antigua ley. La primera normativa permitía a los locales de menos de noventa metros cuadrados elegir si en su recinto se fumaba o no. A los que se disponían de un espacio superior, se les obligó a preparar unas dependencias diferenciadas. En el primer caso, la mayoría optó por seguir en la línea en la que se encontraba, pero, en el segundo, hubo un cambio. “En un principio, en torno al cuarenta y cinco por ciento decidió habilitarlo para no fumadores. Sin embargo, fue un duro mes, ya que los clientes dejaron de entrar. Por eso, decidieron volver a la situación anterior”, confirma el presidente de la asociación jiennense.
    Ahora, una de las reivindicaciones que los colectivos del sector tienen sobre la mesa es que se devuelva el gasto que supusieron las obras de reforma de los locales de más de noventa metros aunque, como explica, se trata de una misión casi imposible. La realidad, indica, es la mala situación económica que atraviesa el país y, también, la provincia. “Para la gente, como es normal, lo primero es comer, pagar la hipoteca y vestirse”, precisa. Por ello, espera que las malas noticias previas a la ley se queden en un “susto” y los clientes acaben por acostumbrarse.
    Una norma que abarca todos los ámbitos
    La Comisión de Sanidad del Congreso aprobó la nueva ley del tabaco. Una de las novedades que trajo la polémica es que se prohibirá fumar en todos los espacios cerrados, es decir, según detalla la norma, serán “todos los lugares accesibles al público o de uso colectivo, con independencia de su titularidad pública o privada”. Pero, además, también se regula la venta, el suministro, el consumo y la publicidad del tabaco, y no se podrá echar un cigarro en todo el recinto interior y exterior de los hospitales españoles y los parques infantiles. Los hoteles, por su parte, podrán reservar hasta un treinta por ciento de habitaciones para los que quieran encender un “pitillo”.
    Por otro lado, surge una definición: los clubes privados de fumadores, lo que significa la constitución de entidades con personalidad jurídica, que carezcan de ánimo de lucro y no incluyan entre sus actividades la comercialización o la compra y venta. A estas sedes, formadas por socios que fumen, no podrán entrar los menores y podrán promocionar y patrocinar el tabaco, siempre, dentro del recinto en los que se ubiquen.
    Los medios de comunicación e internet también tienen parte en esta ley, y es que se prohibe emitir imágenes en los que los presentadores, colaboradores o invitados fumen. Tampoco se mostrará o mencionará de forma directa o indirecta marcas, nombres comerciales, logotipos u otros signos que se asocien a productos del tabaco.
    En cuanto a la educación, la ley especifica la introducción de contenidos orientados a la prevención y a la concienciación contra el tabaco con planes formativos destinados para los profesores, así como la puesta en marcha de programas de intervención en la atención pediátrica infantil.
    Por su parte, los presos, pacientes psiquiátricos de media o larga estancia e internos en residencias de mayores o discapacitadas podrán hacerlos en salas habilitadas para ello.



    Sebastián Tello, propietario de la Cervecería Maes 2010.
    “Ahora me medico por haber tragado tanto humo”
    El propietario de la Cervecería Maes 2010, Sebastián Tello, considera que la nueva ley debería, incluso, haberse aplicado antes. “Me medico por haber tragado tanto humo. No estoy en contra de los fumadores, pero creo que deberían ponerse en nuestro lugar. A mí, por ejemplo, me están perjudicando”, señala. “La gente al final se mentalizará”, considera. También aporta algunas curiosidades. “El fumador, aunque no se dé cuenta, siempre echa el humo hacia la barra. Son muchos años en este trabajo y, al final, sufres las consecuencias”, comenta. “En los bares que ponemos tapas o raciones, el que fuma puede echar la ceniza en los alimentos, por lo que podría ser hasta antihigiénico”, apunta. Tello cree, además, que, con la normativa, “todos ganan”.


    Sau Paraschiv, encargado de La Tabernilla de Jaén.
    “Cuando se prohiba fumar, aquí no entrará nadie”
    El encargado de La Tabernilla de Jaén, Sau Paraschiv, tiene claro que una taberna es “de fumadores”, por lo que está totalmente en contra de la ley antitabaco que entrará en vigor a partir del 2 de enero de 2011. “Si se prohibe fumar, aquí no entrará nadie, al igual que ocurrirá en muchos establecimientos de la ciudad. Lo veo hasta lógico en otros restaurantes a los que, por ejemplo, suelan entrar niños, pero no en los bares o tabernas”, considera. También explica que en su país, Rumanía, la normativa es distinta. En los establecimientos siempre hay zonas para fumadores y para los que no se echan ningún cigarrillo, por lo que, a su juicio, existe una libertad para elegir. De esta forma, precisa, todos quedan contentos.