14 jul 2014 / 22:00 H.
Los indicadores en el campo no auguran una buena campaña de aceituna. Los datos de las organizaciones agrarias así lo certifican y los especialistas, apoyados en los datos recogidos en el olivar, sostienen que después de una campaña récord, la próxima será tan negativa, al menos, que la de hace dos años. Las razones hay que buscarlas, por un lado, en el orden natural que lleva implícito un cansancio o estrés del árbol, tras una alta cosecha, y, por otro lado, las condiciones meteorológicas que para nada han beneficiado el “descanso” del olivar, ni han propiciado un desarrollo óptimo del fruto. La falta de agua, en concreto, en la primavera, una etapa fundamental para el desarrollo de la aceituna, deparará una cosecha escasa y, en determinadas zonas, casi nula. Los factores naturales de la producción, por lo tanto, no serán propicios y las cooperativas tendrán que manejar muy bien sus reservas y pedidos para sacar el mejor partido a la despensa del aceite. La continua subida de precios, por el contrario, es la única noticia positiva para los productores. Según el sistema de información de precios en origen del Poolred, la subida de precios se mantiene. Así, por ejemplo, el virgen extra se sitúa en 2,35 euros por kilo y el virgen se compra a 2,25. Con estos precios sí que el sector refleja el trabajo bien hecho con un rendimiento ajustado a la calidad y a la cuantía que, finalmente, se obtiene con el preciado zumo. Ante la próxima mala cosecha, solo desde la planificación y coordinación de las ventas a los gigantes aceiteros se podrá evitar que el próximo año sea una ruina para el campo jiennense. Los imprevistos de la naturaleza son así, ante los del mercado si cabe mejorar mucho más.