Malestar de los agricultores
Continúa la polémica por el estado del carril de la cuesta del Hachero, una zona dentro de Iznatoraf cuyos propietarios son casi todos de Villacarrillo. Según los agricultores, el problema viene de muy lejos porque —dicen— nunca se ha invertido en la mejora de este camino agrícola, que justo al iniciarse el tramo se adentra en el término vecino y, por eso, le corresponde al Ayuntamiento de Iznatoraf su mantenimiento.

Los problemas se agravaron en 2011, cuando, como consecuencia de las abundantes precipitaciones, se creó un gran socavón y se tuvo que cortar el camino justo al principio, al pasar por la conocida como fuente del Pozo de Don Joaquín, límite entre ambos términos municipales. Tras meses de corte, el Ayuntamiento de Villacarrillo decidió arreglar este punto que utilizan cientos de agricultores para llegar a las explotaciones de olivar. El presupuesto que se manejaba desde varias empresas privadas rondaba los veinte mil euros. Esta obra se unió a otras de mejora en distintos caminos: el de la Minga, que estaba también cortado, y el paso de La Losa. En total, el Ayuntamiento invirtió en torno a cien mil euros. Pero quedaba el resto del camino, el del Hachero, por el que los agricultores se pusieron en pie de guerra. Finalmente, tras las gestiones realizadas por el propio colectivo junto con el Ayuntamiento de su pueblo, lograron que la Diputación concediese a la administración local de Iznatoraf cuarenta mil euros para la reparación. Estos hechos ocurrieron hace un año. Ahora la obra concluye, según el alcalde torafeño, Pedro González, quien asegura que solo el ente provincial les ha ayudado, “ni la Junta ni el Gobierno central”. El alcalde mostró su satisfacción porque asegura que cumple con la reivindicación de los propietarios. Sin embargo, para los agricultores “todo no es de color de rosa”. Expresan que el alcalde de Iznatoraf los ha engañado. Al parecer, afirman, se han producido irregularidades que la Diputación tendría que haber supervisado. Por un lado señalan que se han dejado sin hacer trescientos cincuenta metros de carril, el último tramo antes de llegar a Villacarrillo y uno de los más peligrosos cuando llueve. También se quejan del material u: “Han empleado grava artificial en lugar de natural, que ofrece mayor seguridad y durabilidad”, dicen, además de que en algunos tramos solo hay escasos centímetros de este material, en lugar de los veinte centímetros que contemplaba el proyecto, por lo que aseguran que el carril no llegará arreglado a la próxima campaña de recolección de aceituna. Los agricultores se lamentan de que el alcalde de Iznatoraf no les quiera recibir.