MAITE EXPÓSITO JIMÉMEZ. "Dar el Gordo en Jaén sería una de mis mayores alegrías"
Juana Pastor
Aquién le vendo la suerte, mañana sale y está “premiao”…?” Me baso en una copla popular para comenzar mi entrevista con Maite Expósito Jiménez, ya que su administración la ha visitado la diosa Fortuna con un premio importante. Está feliz al saber que uno de sus clientes —de momento anónimo— haya sido el agraciado. Alterna su trabajo de ama de casa con el de la Administración, que regenta su padre. Es una persona optimista y tiene la sensación de que va a repetirse la suerte... Aunque la suya está en disfrutar de sus padres, Antonio y Mari, que siempre están ahí, y compartir su tiempo con su marido, Paco, y sus hijos, Sergio y Pablo, el motor de sus vidas.

Aquién le vendo la suerte, mañana sale y está “premiao”…?” Me baso en una copla popular para comenzar mi entrevista con Maite Expósito Jiménez, ya que su administración la ha visitado la diosa Fortuna con un premio importante. Está feliz al saber que uno de sus clientes —de momento anónimo— haya sido el agraciado. Alterna su trabajo de ama de casa con el de la Administración, que regenta su padre. Es una persona optimista y tiene la sensación de que va a repetirse la suerte... Aunque la suya está en disfrutar de sus padres, Antonio y Mari, que siempre están ahí, y compartir su tiempo con su marido, Paco, y sus hijos, Sergio y Pablo, el motor de sus vidas.
—¿Cómo recuerda su infancia?
—Fui muy feliz. Al ser hija única, tuve todos los mimos y caprichos que pudieron darme mis padres. Mi vida ha transcurrido entre los barrios de La Alcantarilla y San Ildefonso. Estudié en el colegio Pedro Poveda; más tarde en el Instituto Fuente de la Peña y en la Universidad de Jaén, aunque no terminé mis estudios. Soy feliz hoy con mi trabajo, aunque nada tiene que ver con lo que quería ser de pequeña, abogada. Pero me agobiaba al verme rodeada de libros y me despistaba en cuanto podía. En la actualidad, trabajo en la administración de Loterías número 12, “Nuestro Padre Jesús”, situada en la calle San Francisco Javier, junto a Muñoz Grandes. El titular es mi padre, mi jefe y único compañero, así que todo queda en casa.
—¿Cuánto tiempo lleva tras la ventanilla?
—En serio, como trabajo, llevo desde el año 2000, que decidí dejar mis estudios en la Universidad, pero siempre me ha llamado la atención, desde que se la concedieron a mi padre, en 1986, en Los Villares. Más tarde, cuando le concedieron el traslado a Jaén, bajaba a echarle una mano en los días de más jaleo y, cómo no, en Navidad y en el Niño. En el año 2000, decidí hacer de esto mi profesión, ya que es un trabajo que me gusta y tengo de jefe a mi padre, por lo que todo lo tengo a favor, aunque no sé si él hizo un buen negocio contratándome, ya que, con eso de que hay confianza, me aprovecho en el horario, me escapo de vez en cuando y me tomo unas largas vacaciones de verano.
—¿Qué le aporta este trabajo?
—Muchísimo, puesto que soy una persona muy extrovertida y me gusta el trato con la gente. También, en muchos casos, me siento impotente porque veo a las personas que vienen con toda su fe puesta en el premio que pueden conseguir para que les saque de la mala situación por la que están pasando; entonces, me gustaría tener una barita mágica para poder dar el premio a todos esos que lo necesitan, aunque eso es imposible y sólo queda esperar que la suerte los premie. Luego, cuando llegan con su boleto o décimo sin saber que está premiado y le das la sorpresa, es muy gratificante.
—De los distintos sorteos que se celebran, ¿ha dado algún premio importante?
—Sí, el día 22 de noviembre de 2008, el número 56416 fue un segundo premio que se vendió íntegramente en un bar que está abonado, “Casa Juande”, en el Polígono Industrial, y se repartieron 1.200.000 euros entre trabajadores de la zona y en el Mercado de Mayoristas. También hemos dado premios millonarios en la Primitiva, Bonoloto y Quiniela, aunque tienen menos repercusión, ya que es a una persona sola y no quieren que se les dé publicidad. Recientemente, el pasado 20 de noviembre, dimos, en una Primitiva automática, de 2 euros, la cantidad de 5.308.910,94 euros y eso es una sensación indescriptible, ya que el fin de nuestro trabajo es dar premios y este es de los más importantes que se ha dado en Jaén. Parece que llevamos un tiempo en racha, repartiendo mucho dinero, aunque, por supuesto, en otras ocasiones de menor cuantía.
—Según su estadística, ¿cuál es la terminación más solicitada?
—Sin dudarlo, el 13. Es la reina por excelencia, la más solicitada y la que muy raramente te desprecian. El 22 también es muy demandado, por eso de que coincide con el día del sorteo y, como número más pedido, es el 7 de los primeros en agotarse. En general, gustan mucho los nones.
—¿Hay clientes caprichosos en determinados números?
—Sí, hay personas que se rigen a la hora de comprar por una superstición o buscan una fecha de nacimiento, que sume una cantidad determinada; que no tengan repetidos o números que han soñado. Aunque lo que sí es cierto es que la mayoría pide el número más feo, el que no quiere nadie o el más bajito, cosa que, en los sorteos ordinarios, no ocurre; es más, te los devuelven. Yo creo que influye mucho el sistema del sorteo, que es el antiguo y sale el número entero en la bola, por lo que puede salir cualquiera.
—Ante la proximidad del sorteo especial de Navidad, ¿cómo vive estas fechas?
—Muy ilusionada, sobre todo, por la posibilidad de poder dar el Gordo, pero también con más trabajo, puesto que en este sorteo se hacen muchas participaciones y rara es la asociación, peña, cofradía o colegio que no participa y compra lotería para hacer papeletas o vender los décimos incrementando un poquito su valor para sacar un dinero extra. Entonces vienen, hacen sus reservas y van llevándoselas; para otros es más cómodo reservar un número y decirles a los socios que vengan a recogerlo directamente. Son servicios que ofrecemos siempre pensando en la comodidad del cliente.
—¿Cómo definiría a su clientela?
—Excelente, no podría tener otra mejor. Mi administración está en un barrio tranquilo y cordial y lleva confiando en nosotros mucho tiempo, bastantes de ellos desde que se abrió en 1986. Eso es algo que reconforta y anima a seguir adelante. Si confían en nosotros después de tanto tiempo es por algo, y cada año se incrementa el número de clientes o asociaciones que vienen recomendados por otros.
—¿Qué terminaciones tiene ya agotadas?
—En un principio no hay terminaciones agotadas porque intentamos equiparar los números que se ponen a la venta para tener variedad y poder servir al cliente, pero, por ejemplo, del 0, el 5 y el 6 ya empiezan a escasear. No obstante, a partir de la primera semana de diciembre, volveremos a tener más variedad, ya que es cuando empiezan a devolver la lotería las distintas asociaciones que tienen reservas y no las han vendido.
—¿Aumenta la venta en estos días?
—Sí, porque este mes más que un sorteo, es una tradición y personas que no compran en todo el año, sí lo hacen ahora en Navidad para tener una oportunidad y participar en la ilusión de ese día, a eso se le suma la jugosa cantidad de dinero que te puede tocar en un décimo, 300.000 euros.
—¿Se atreve a pronosticar la terminación del Gordo?
—Sí, me voy a lanzar con el 79, es una terminación muy bonita para el Gordo de 2010.
—¿Se imagina que los Niños de San Ildefonso cantan uno de sus números?
—Sí, lo he soñado muchas veces y sería una ilusión muy grande; es una de las mayores alegrías que se puede llevar un lotero.
—¿Tiene la corazonada de que caiga el Gordo en Jaén?
—Por supuesto, ya va siendo hora de que el Gordo deje una lluvia de millones en nuestra capital y así todos podremos participar de la alegría que ese día se vive, especialmente si fuera yo quien ha dado la suerte.