Magia y hambre en el escenario
Abril de 2012. Mil discos firmados y numerados, a mano, en una noche. Listos para ser enviados, bajo pedido por email, a aquellos que acababan de descubrir la Magia y efectos especiales, de Izal. Agosto de 2013. Plaza del Trigo, Sonorama, Aranda del Duero. Miles de personas corearon cada uno de los once cortes del disco para reclamar el “escenario principal”. Marzo de 2014. La Riviera de Madrid. 2.500 personas devoran Agujeros de gusano, su segundo disco. Mientras tanto, fueron banda revelación de 2013, vendieron más de 6.000 discos, consiguieron 30.000 seguidores en las redes y tienen 30 festivales por delante.
Apenas dos años separan estas fechas. Y podría parecer vertiginoso, pero Izal, banda que nació en 2010 con cinco músicos muy diferentes, recoge ahora el fruto de la semilla plantada desde antes de que se conocieran, por separado. La han regado y mimado con constancia y pasión. Ha crecido y está en plena madurez. Han “picado piedra” para ser banda referente de la escena independiente —y ya no tanto— y tener un hueco en los principales escenarios. Este viernes, por primera vez, visitan Jaén. Traerán a la sala Kharma su Agujeros de gusano, disco que los reafirma como banda.
Abril de 2012. Mil discos firmados y numerados, a mano, en una noche. Listos para ser enviados, bajo pedido por email, a aquellos que acababan de descubrir la Magia y efectos especiales, de Izal. Agosto de 2013. Plaza del Trigo, Sonorama, Aranda del Duero. Miles de personas corearon cada uno de los once cortes del disco para reclamar el “escenario principal”. Marzo de 2014. La Riviera de Madrid. 2.500 personas devoran Agujeros de gusano, su segundo disco. Mientras tanto, fueron banda revelación de 2013, vendieron más de 6.000 discos, consiguieron 30.000 seguidores en las redes y tienen 30 festivales por delante.
Apenas dos años separan estas fechas. Y podría parecer vertiginoso, pero Izal, banda que nació en 2010 con cinco músicos muy diferentes, recoge ahora el fruto de la semilla plantada desde antes de que se conocieran, por separado. La han regado y mimado con constancia y pasión. Ha crecido y está en plena madurez. Han “picado piedra” para ser banda referente de la escena independiente —y ya no tanto— y tener un hueco en los principales escenarios. Este viernes, por primera vez, visitan Jaén. Traerán a la sala Kharma su Agujeros de gusano, disco que los reafirma como banda.

“Hay cierta sensación de que Izal nació como por generación espontánea, que, de repente, nos hemos subido a un escenario y lo hemos llenado. Y nada mas lejos de la realidad. Somos cinco músicos que hemos hecho muchísimas cosas antes, mucho antes de Izal. Los primeros años con la banda ya fueron así, haciendo conciertos en salas para diez personas y giras realmente deficitarias, intentando mantener la ilusión por todos los medios. Es ahora cuando empezamos a recoger los frutos de lo que hemos sembrado”, defiende Mikel Izal, voz, compositor y alma de la banda. “Para nosotros no ha cambiado mucho nada, solo que ahora tenemos la suerte de llegar a salas y encontrárnoslas llenas. Seguramente somos más felices, pero en el trabajo todo sigue igual”, añade.
Mikel Izal: “La verdad de un músico está siempre en el directo”
—Pocas ciudades le quedan ya a Izal por estrenar. ¿Hay nervios y expectación por Jaén?
—Siempre que visitamos una ciudad nueva, vamos con ese punto extra de ilusión que tienes cuando no sabes lo qué te vas a encontrar. Tenemos ganas de ir a Jaén, ver qué ocurre esa noche y esperando que sea una fiesta, como intentamos siempre.
—Una fiesta sobre el escenario y entre el público. Los directos es donde disfruta un músico.
—Siempre hemos considerado que el verdadero trabajo de músico es subirse al escenario para defender su música en directo. Es un doble trabajo, por un lado componer y por otro, defender esas canciones. La grabación de un disco siempre lo hemos visto más como una tarjeta de presentación que haces para que la gente conozca tu trabajo, pero la verdad de un músico está siempre en el directo.
—Para la segunda “tarjeta de presentación” Agujeros de Gusano, decidieron volver a utilizar el crowfunding para financiarlo, ya cuando había muchas miradas atentas a su trabajo.
—Con Magia, no nos llamó nadie, porque nadie nos conocía, pero en los meses previos de Agujeros de gusano sí que se interesó alguna gran compañía. Somos gente que intentamos no tener prejuicios y, por tanto, nos sentamos a escuchar a todos los que nos tenían que decir algo. Hubo un gran respeto hacia nuestro proyecto artístico, pero no nos convenció lo que nos contaban. Por eso, decidimos dejar en manos de nuestro público la financiación de un disco que no podíamos hacer por nuestros propios medios. Para un tercero, si todo va bien, quizá podamos financiarlo y podamos permitirnos el lujo de liberar al público para que puedan poner su aportación para otros proyectos novedosos que lo necesiten más.
—¿Cómo ha crecido Izal desde Magia a Agujeros de gusano?
—El segundo disco tenía para nosotros la difícil misión de acuñar el estilo Izal. Era muy importante que la gente tuviera clara la identidad del grupo, intentar transmitir de la forma más sincera, honesta y directa cómo vemos la música. Y lo ha conseguido.
—La Plaza del Trigo en el Sonorama y el lleno de La Riviera son dos de los mejores momentos para Izal. ¿Cuál sería el próximo reto por cumplir?
—Normalmente calculamos muy bien cuál es el siguiente paso y ahora mismo en nuestra cabeza solo están los festivales, una vorágine tremenda, y cuando veamos la evolución, nos pondremos a diseñar el siguiente paso.