Maestro interino
Desde la Carolina Luis Miguel López Colorado
Mi nombre es Luis Miguel López Colorado, tengo 29 años y soy de La Carolina. Me dedico a la docencia, un mundo que, actualmente, no considero que esté valorado como debiera. Es complicado esto de ser maestro interino, vas de un lado para otro sin saber dónde y hasta cuándo. Dejas tu familia, tu novia, tu hogar, y te diriges a un lugar nuevo para ti. Allí te encuentras a gente que no conoces, y no tienes donde parar. Si es un pueblo grande o una ciudad es lo menos malo, ya que habrá hoteles donde hospedarse hasta encontrar un alojamiento, y bares donde poder almorzar; pero también cabe la posibilidad que te encuentres en una pequeña población de 300 habitantes por ejemplo, donde todo se complica un poco más, a la vez que "quitas hierro al asunto" cuando hablas con tu gente para evitar que se preocupen y sufran por ti.
Mi nombre es Luis Miguel López Colorado, tengo 29 años y soy de La Carolina. Me dedico a la docencia, un mundo que, actualmente, no considero que esté valorado como debiera. Es complicado esto de ser maestro interino, vas de un lado para otro sin saber dónde y hasta cuándo. Dejas tu familia, tu novia, tu hogar, y te diriges a un lugar nuevo para ti. Allí te encuentras a gente que no conoces, y no tienes donde parar. Si es un pueblo grande o una ciudad es lo menos malo, ya que habrá hoteles donde hospedarse hasta encontrar un alojamiento, y bares donde poder almorzar; pero también cabe la posibilidad que te encuentres en una pequeña población de 300 habitantes por ejemplo, donde todo se complica un poco más, a la vez que "quitas hierro al asunto" cuando hablas con tu gente para evitar que se preocupen y sufran por ti.
Ahora encuentras piso, firmas un alquiler de "x" meses y de golpe y porrazo el maestro/a al que sustituyes se incorpora al centro, ¿que haces? Pues abandonar ese destino dándose el caso a veces que los gastos contraídos han sido superiores a los ingresos obtenidos. Podría hablar de mil temas más, pero no quiero extenderme demasiado, lo que si quiero mencionar es que hay un dicho que reza "vives mejor que un maestro”, un dicho con el que no estoy de acuerdo por todo lo que he comentado antes y más, aunque si reconozco que tenemos un buen horario de trabajo y unas buenas vacaciones. Actualmente son más de 500 kilómetros los que recorro cada 7 días muy gustosamente para poder compartir el fin de semana junto a los que me quieren y no me frenará ni la distancia, ni el viento, la lluvia, la niebla, el sol, la nieve, los desprendimientos, animales como vacas, toros, ciervos o jabalíes en mitad de la carretera, árboles cortando por completo la calzada, atascos, accidentes, etcétera, y es que todo esto es parte de lo que me ha acompañado en mis muchos y solitarios viajes. Como digo yo, creo que lo he vivido ya casi todo. Mi actual destino se encuentra en plena Alpujarra granadina, en un colegio rural de la pequeña localidad de Mairena, perteneciente a Laroles (Nevada). Anteriormente también he prestado mis servicios en Cañete la Real (Málaga), Sevilla, Cijuela (Granada), Vera (Almería), Tomares (Sevilla), Guadix (Granada), Guadalcázar y Priego de Córdoba (Córdoba). Por último y no menos importante, destacar el espejo en el que me miro que no es otro que mi padre, Luis Miguel López Molinos, un ejemplo de profesionalidad en las aulas, que cuenta con 36 años en la docencia, destacando 10 años como jefe de estudios en el C.P. “Francisco Franco” / “Juan Pérez Creus” y 13 como director (actual cargo) en el CEIP “Palacios Rubio” de La Carolina. Para despedirme, doy las gracias por el apoyo que recibo diariamente y las fuerzas para seguir adelante que me trasmiten mis padres Luismi y Mavi, mis hermanos Victor y Jesús, y mi novia y futura esposa Azahara; y lo hago con una frase que llevo tatuada en mi cuerpo: "No es mejor maestro quien sabe más, sino quien mejor enseña".