30 sep 2014 / 10:30 H.
El deporte es un ámbito en el que la mujer apenas tuvo cabida a lo largo de su historia. Los estereotipos adjudicados a la mujer de dulzura, docilidad, fragilidad, y a los hombres como seres fuertes, bruscos, dinámicos. Siguen, de alguna manera, estando vigentes y en la base de que, durante años, la actividad deportiva de la mujer haya estado limitada, y aún menos valorada. Es curioso que al deporte femenino se le abriera sus puertas en 1900, aunque limitado al tenis y al golf, en las Olimpiadas de París, donde solo participaron seis mujeres y cuya laureada olímpica en tenis, curiosamente, fue una mujer, Charlotte Cooper Sterry, quien comenzó abriendo las puertas a los grandes títulos deportivos femeninos. Y les cuento todo esto a raíz de la polémica suscitada por el nombramiento de Gala León como nueva directora deportiva de la Real Federación Española de Tenis, que por primera vez asume una mujer, pero ser nombrada capitana de la Copa Davis ha levantado muchas ampollas, aun así recordarles que hemos bajado a segunda división llevando el cargo un varón. ¡No volvamos a las cavernas, por favor!